martes, 23 de febrero de 2010

Comuniòn Querètaro, 28 de Febrero de 2010 Nº 628

Mensaje
Cuaresma 2010
 
Con la frente inclinada hacia el polvo, pero con el corazón levantado hacia el Señor, iniciamos los católicos este santo tiempo de Cuaresma. Cuarenta días de caminar por el desierto de nuestra vida descarriada y de nuestros pecados. Días de penitencia, para llegar al Monte santo de la Pascua, a la nueva vida con Cristo resucitado. 
«Acuérdate, hombre o mujer, que eres polvo y que al polvo volverás. Conviértete, y cree en el Evangelio», nos dice la Iglesia al ofrecernos este signo penitencia, la Ceniza. Primero, hay que acordarse de la humildad de nuestro origen: el polvo, y que desde allí nos arrancó la Palabra poderosa de Dios. Luego, volvernos hacia Él e implorar su misericordia y su perdón. 
Creer en el Evangelio es descubrir a Jesucristo como Salvador. El Evangelio es Jesucristo mismo en el misterio de su muerte en la Cruz, de su santa Sepultura y de su gloriosa Resurrección. Creer en el Evangelio es dejarse encontrar por el amor de Dios manifestado en Jesucristo, y recomponer nuestras relaciones humanas apartando el gesto amenazador, la palabra agresiva y la mano levantada contra el hermano. 
La santa Iglesia nos recomienda la oración y la escucha de la Palabra de  Dios, para que se nos ablande el corazón; el ayuno, para que se doblegue nuestra autosuficiencia y soberbia; y la limosna, para que tendamos la mano con generosidad al prójimo necesitado. 
Si así lo hacemos, dice hermosamente la santa Biblia, «Entonces brillará tu luz como la aurora y tus heridas sanarán en seguida; la justicia caminará contigo y te seguirá la gloria del Señor… Serás como un huerto regado, como un manantial inagotable; reconstruirás viejas ruinas y edificarás sobre antiguos cimientos… Entonces invocarás al Señor y Él te responderá, pedirás auxilio y Él te dirá: ¡Aquí estoy!» (Is 58). 
Este es el tiempo de renovación espiritual que nos ofrece la santa Iglesia mediante la Cuaresma. Muchas gracias.
† Mario de Gasperín Gasperín
Obispo de Querétaro




Decálogo para una cuaresma sacerdotal
(Año sacerdotal)

1. Abramos con más frecuencia nuestros templos. Nos empujará a rezar más y a estar más disponibles y visibles a la comunidad de fieles. Pongamos a disposición de los fieles algún subsidio con diversas oraciones (visita al Santísimo, Vía-Crucis, oraciones marianas, etc.)
2. Facilitemos el Sacramento de la Penitencia. Indiquemos, en nuestras celebraciones, que «una buena confesión, lleva a la paz del corazón y de uno mismo»
3. Potenciemos la oración de los laúdes o las vísperas comunitarias. Los salmos ayudarán a descubrir la oración contemplativa, petición o confianza.
4. Visitemos o iniciemos la visita a los enfermos. Nos hará comprender y contemplar la otra cara doliente de nuestro rebaño: el dolor, la soledad, las lágrimas o la cruz. Intensifiquemos el rosario meditado y pausado por los enfermos, hospitalizados, familiares, médicos, etc.
5. Preparemos la homilía de cada día. Facilitemos, entre otras cosas, la lectura de la Palabra de Dios, su reflexión y su puesta en práctica. No olvidemos los cantos propios de este tiempo: «Atende Domine; Perdona a tu pueblo; Victoria, Tú Reinaras; Hoy vuelvo de lejos»
6. Propongamos a nuestras parroquias una serie de charlas cuaresmales destinadas a una preparación a la vivencia profunda de la Pascua.
7. Potenciemos la Adoración al Santísimo. No todo hay que celebrarlo en comunidad. Insistamos en la oración por las vocaciones sacerdotales, consagradas y santos matrimonios.
8. Animemos a nuestras comunidades cristianas a un proyecto caritativo en favor de los pobres: una cuaresma sin caridad no es un camino correcto hacia la Semana Santa.
9. Realicemos, allá donde sea posible, unos ejercicios espirituales con nuestras parroquias. Un día a la semana o, incluso, tres días seguidos con tres reflexiones sobre el Triduo Sacro. Recordemos que, los viernes, son días muy apropiados para el rezo del vía crucis.
10.Cuidemos, con esmero, los lugares celebrativos: el color morado, la ausencia de flores, una cruz grande colocada en el presbiterio, una imagen de la dolorosa, una oración para recitar cada día al final de la eucaristía «No me mueve mi Dios para quererte».
Por Javier Leoz www.betania.es



Domingo 7 de Marzo de 2010
En México, el Día de la Familia se festeja cada primer domingo de marzo desde 2005 con el objetivo principal de generar mayor unión en el núcleo familiar a través del compromiso personal y familiar para mejorar la comunicación entre los miembros.
La idea es dar un justo reconocimiento a la familia como el mejor lugar para el cuidado de los hijos, satisfacción de necesidades, formación de valores y transmisión de la cultura.

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XXIII Aniversario de la Bendición del Templo de Guadalupe Primero
El 14 de Febrero en Guadalupe Primero, Huimilpan, Qro., en la Parroquia del Sagrado Corazón, celebró con el nuestro señor Obispo Don Mario De Gasperín Gasperín, el señor cura Pbro. Jaime Rodríguez Montoya y el Pbro. Joel Galván Vergara, la Eucaristía por el XXIII aniversario de su Templo dedicado a Santa María de Guadalupe y a San Juan Diego.

Nuestro Obispo en la homilía comentó sobre los dos caminos de los que habla el Evangelio, el amplio y el angosto. «El camino amplio, del hombre que pone su confianza en los hombres y es como una mala hierba, con espinas y hace daño a los demás. Por este camino cabe todo mundo, en lo que ofrecen los poderosos. Y el camino angosto del hombre que pone su confianza en Dios, que es bendito y es como un árbol plantado junto al arroyo, con follaje verde y frutos sabrosos: ese sí sirve, ese sí triunfa en la vida, ese sí es grato a Dios», afirmo el Pastor Diocesano. Se refirió de los pobres que habla Jesús: de los que lloran, sufren, de los que tienen hambre, de los que son perseguidos y dice de estos «son benditos». Y de los ricos, poderosos, los que tienen dinero y ponen su confianza en otros poderosos y dice de estos «hay de ellos».
Nuestro señor Obispo llamó bienaventurados a los que participan de la Misa dominical a escuchar la Palabra de Dios, a darle gracias, a pedir perdón y a poner en Dios su confianza. «Éstos siguen a Jesús que se hizo pobre, cargó con nuestros sufrimientos, lloró al ver nuestras miserias, no tenía donde reclinar su cabeza, tuvo hambre y sed, fue calumniado, perseguido, difamado, crucificado». «Este es nuestro camino, el camino de Jesús, el camino de la cruz para llegar a la luz. El que ofrece la Iglesia, el que enseñan los sacerdotes y catequistas fieles a la Palabra de Dios».

Nuestro señor Obispo invitó a los fieles a dar gracias a Dios por su templo, por la fe, por Jesucristo, por su amor, por ser pobres, tener penas, hambre, por ser calumniados. «Dios nos mira con misericordia y nos promete el Reino de los Cielos. Él está con nosotros, lo mismo que su Madre Santísima». «Tenemos la dicha de ser los consentidos de Dios». Animó a todos a llevar el cariño de Dios y su consuelo y su felicidad en el corazón.


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Fiesta Patronal en la Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes
El domingo 14 de Febrero en la Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes en la ciudad Episcopal celebró su fiesta Patronal y la Eucaristía presidida por nuestro señor Obispo Don Mario De Gasperín Gasperín, el señor cura Pbro. Francisco Gavidia Arteaga y su vicario, el Pbro. Víctor Jiménez Balderas.

Nuestro señor Obispo dijo al iniciar la homilía: «Dichoso el hombre que confía en el Señor y pone en Él su esperanza. Dichosa la Mujer que puso su confianza en Dios y ahora goza de Dios en el cielo y es nuestra Madre e intercesora».

El Pastor Diocesano predicó del hombre que pone su confianza en el hombre o en Dios. Describió las diferencias y consecuencias en su vida ante la comunidad. Comentó del camino ancho y angosto, del rico y del pobre, de los bienaventurados y de los que ahora satisfechos no irán al cielo.

Hablo a los fieles de Jesucristo, el bienaventurado descrito por el Evangelio, que muestra que el camino al cielo pasa por el Calvario. Sobre la felicidad que ofrece Jesús y predica la Iglesia, camino a la verdadera felicidad. Destacó como la Santísima Virgen María es bienaventurada, por ser pobre y poner su confianza en Dios, creer en su Palabra sufriendo persecución y lloró por nosotros pecadores en el Calvario.

Nuestro señor Obispo alentó a los fieles diciendo: «Alégrense porque la recompensa es grande en el cielo». «Que esta palabra sea para ustedes de consuelo y de paz, estén tranquilos en su alma y corazón. Sepan que su Iglesia recoge todo el dolor, todas las lágrimas, todos los sufrimientos, las persecuciones del mundo a los discípulos de Jesús y que nosotros estamos aquí poniendo nuestra esperanza no en los poderosos, no en los influyentes sino en Dios, Señor y creador de todas las cosas».

Concluyó así: «El Señor enjugue sus lágrimas, cure sus dolores, socorra sus necesidades y les de fortaleza de llevar la cruz que es el camino verdadero a la felicidad». 

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Nombramientos
El señor Obispo expidió el Decreto con el cual ha realizado los siguientes nombramientos:


*Rector del Templo del Santo Nombre de Jesús, (Teresitas) Centro Histórico, Santiago de Querétaro, Sr. Pbro. Benjamín Vega Robles

*Vicario de Parroquia de Nuestra Señora del Perpetuó Socorro, Colonia Carretas, Santiago de Querétaro, Sr. Pbro. Gustavo Licón Suárez

*Adscrito Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, (Congragación) Centro Histórico, Santiago de Querétaro, Sr. Pbro. Lic. Joel Olvera Rivera

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Bendición del Templo de San Juan Bautista en la Solana
Parroquia de Santa Rosa de Lima

El 14 de Febrero, la comunidad de La Solana, en la parroquia Santa Rosa de Lima, recibió a nuestro señor Obispo Don Mario De Gasperín Gasperín y al señor cura Pbro. Alfonso Muñoz Torres para bendecir el nuevo Templo ofrecido a Dios por la comunidad dedicado a San Juan Bautista, reunidos en la unidad de la fe y del amor, formando la Iglesia viva en el mundo.

Este día es memorable para la comunidad y parroquia, corona diez años de trabajo generoso, esfuerzo y cooperación de los fieles con el patronato de construcción del Templo, patrimonio y herencia para los jóvenes y niños que reciben la fe, grande tesoro, el regalo más grande de los mayores, que se pasa de una generación a otra, mejorada, conocida y vivida.

Nuestro señor Obispo explicó detalladamente los tres momentos del rito de bendición, «bendición del agua, de la puerta y templo, y del altar»:

«La puerta simboliza al mismo Jesucristo por el entramos al corazón de Dios, a nuestra salvación», «entrar por esta puerta prepara nuestra entrada a la Jerusalén celestial, a la casa de Dios en el cielo», «Jesucristo es la puerta abierta hacia la casa del Padre». Explicó que: El que entre por esta puerta se salvará y tendrá alimento abundante, el que pida perdón será perdonado, el que escuche la Palabra de Dios será iluminado por el Espíritu Santo, el que alabe a Dios será escuchado en su acción de gracias, el que suplique el favor de Dios y su bendición será atendido.

En el Templo, agregó nuestro señor Obispo: «Aquí aprendemos a ser hermanos» y dijo a los fieles como Dios en cada templo ofrece: amor, misericordia, gracia, perdón, luz, sabiduría para guiar la vida según el proyecto del Padre del cielo para sus hijos.

Del lugar más importante del templo afirmó: «Encontramos a Jesús en el altar, fundamento sólido de nuestra fe», «el que cree en Jesucristo, es como el que edificó una casa sobre piedra firme y aquí sobre quien estamos fundamentados es Cristo Nuestro Señor». «Aquí se celebra el sacrificio de Jesucristo que se ofrece al Padre e intercede por nosotros». «Aquí ponemos nuestras ofrendas, el trabajo de la semana, nuestras penas, súplicas, dolores, alegrías, buenas obras…, el trabajo de cada hombre y mujer, todo lo que hagamos de bueno y suframos de malo, el pan ganado con el sudor de la frente, todo lo ponemos como ofrenda en el altar el domingo, y por las manos del sacerdote, se transforma por Cristo, con Cristo y en Cristo, todo es honor y gloria para el Padre que escucha y bendice a sus hijos hermanos de Jesucristo».

Del Templo espiritual, la iglesia dijo: «En la Iglesia, hermanos, todos valemos lo mismo ante Dios y entre más pobres, se recibe más amor de Dios en el corazón». Nuestro señor Obispo manifestó su deseo porque esta comunidad sea como un árbol que de frutos de vida cristiana y que desde este nuevo templo: «Se derrame la gracia y bendición de Dios sobre cada uno de ustedes, niños, ancianos, enfermos, de los hermanos más pobres, sobre cada una de las familias y de los hermanos migrantes». También Felicitó al señor cura Pbro. Alfonso Muñoz Torres y padres vicarios que han acompañado y animado en la realización de esta bella obra.

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Fiesta en la Gruta de la Virgen de Lourdes
El 13 de Febrero, nuestro señor Obispo Don Mario De Gasperín Gasperín celebró la Eucaristía en la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes en la gruta dedicada a Ella en la comunidad de Laguna de Lourdes, de la parroquia de San José Galindo. En ella invitó a los fieles a pedir al Padre misericordioso ayuda en la debilidad y por la intercesión de la Virgen María, fuerza para resurgir del pecado a una vida nueva, como dice la oración que la liturgia propone para el día.

El Pastor agradeció la invitación del señor cura Pbro. Víctor Manuel Valdez Guevara, a la comunidad que acoge con motivo de esta celebración a hermanos de otras poblaciones que buscan la protección y ayuda de la Virgen María.

Nuestro señor Obispo De Gasperín, en la homilía recordó que Dios ve con ojos de misericordia, es Padre bueno, basta ver lo que Dios nos da cada día y a su Hijo Jesucristo. Describió la condición de debilidad que vive el hombre a consecuencia del pecado original. Recordó lo enseñado por san Pablo «vemos el bien, y queremos hacer el bien pero no podemos, nuestro corazón es débil, somos de voluntad quebradiza».
Enumeró las ayudas recibidas de Dios: Por medio de su Hijo Jesucristo que murió, resucitó y nos envió al Espíritu Santo. Por medio de la Madre de su Hijo, con su intercesión poderosa, su invitación a la penitencia a la oración amando obedeciendo e imitando a su Hijo Jesucristo. Por medio de sus mandamientos que nos dicen y orientan que debemos hacer y evitar. Por medio de su Palabra por la que conocemos su voluntad. Por medio de la Doctrina Cristiana para instruirnos en las cosas de Dios. Por medio de los sacramentos, haciendo énfasis el Pastor Diocesano en los sacramentos de iniciación cristiana.

El señor obispo afirmó: «El católico que quiere crecer fuerte como hijo sano de la Iglesia, va a la Santa Misa el Domingo». «Pobres los católicos, miserables, tristes, amargados, violentos, groseros, alejados que ya no le hacen caso a Dios, a su Palabra ni a la Iglesia y son esos católicos que forman un grande peso para nuestra Santa Madre la Iglesia. Por ellos pedimos a la Santísima Virgen de Lourdes en esta Misa». Y a todos los fieles deseó bendiciones, dicha y felicidad.

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El caminar de Iglesia Diocesana, durante la Revolución (2)
Padre Pedro Vera y Zuria y Excmo. Sr. D. Francisco Banegas Galván

A fines de noviembre de 1915, el general Montes controlaba el estado. Con esa confianza Carranza instaló el gobierno de la unión en Querétaro el 31 de diciembre de 1915. Su llegada de nueva cuenta creó malestar porque tuvieron que acondicionar cinco cuarteles para alojamiento de las fuerzas que lo acompañaban. El 1916 Querétaro era un  estado oficialmente constitucionalista, pero las culta sociedad católica seguía siendo anticarrancista. 

En 1916 Venustiano Carranza fija la residencia de los poderes federales en Querétaro. Convoca a una elección de diputados para redactar una nueva constitución. Los diputados constituyentes inician sus labores en diciembre de 1916, en sólo dos meses elaboran la nueva Constitución, basada en la anterior Constitución de 1857, pero adicionan varios párrafos y artículos de tinte socialista (Art. 3, 27, 123.) El 5 de febrero de 1917 se promulga la nueva constitución, cuyo principal fin en ese entonces es legitimar al gobierno de Carranza, quien de primer jefe pasa a ser presidente constitucional de la República, mediante elecciones celebradas unos meses después. La corrupción se generaliza entre los funcionarios. La nueva Constitución desconoce toda personalidad jurídica a la Iglesia y recrudece las leyes antirreligiosas de la Constitución de 1857. · ( El Artículo 3 estableció la educación laica para escuelas oficiales y particulares. El Artículo 5 prohibió los votos religiosos y el establecimiento de órdenes religiosas. El Artículo 24 estableció la libertad de creencias, pero prohibió todo acto de culto externo fuera de los templos o de las casas particulares. El Artículo 27 estableció el antiguo principio español del dominio de la nación sobre subsuelo. Consagró el reparto de la tierra; y perpetuó la nacionalización de los bienes eclesiásticos y prohibir la existencia de colegios eclesiásticos, conventos, obispados y demás. El Artículo 130 Corresponde a los Poderes Federales ejercer en materia de culto religioso y disciplina externa la intervención que designen las leyes.) «Carrancear» se vuelve sinónimo de «robar». La situación hace imposible que los seminaristas se reunieran de alguna forma.

El 14 de febrero, una vez publicada la Constitución de 1917, Carranza y su séquito salieron para México, mientras en la entidad se iniciará el proceso electoral para elegir gobernador. Carranza sabía que, para evitar problemas futuros, la gubernatura de Querétaro tenía que ser ocupada por un hombre que le fuera fiel y sumiso y que estuviera distante de la organización militar y de la actividad política. Fue así como designó al administrador Ernesto Perusquía. El 21 de febrero, el Congreso del estado declaró que Perusquía había obtenido la mayoría absoluta. Tomo posesión el 30 e junio de 1917. La primera preocupación de Perusquía al ocupar la gobernatura fue pacificar el estado, continuamente asediado por los rebeldes.

No debía prologarse por más tiempo la situación a que la revolución había reducido al Seminario Diocesano. Con el viaje de los ordenandos a Castroville, refiere el M. I. Sr. Cango. D. Pedro Vera, y la sentidísima muerte del M. I. Sr. Arcediano Provicario Capitular D. Florencia Rosas, acaecida el 27 de marzo de 1917, finalizo el Seminario Mayor de la casa del diezmo; pero al siguiente mes nació el Seminario Menor en la casa situada en la calle primera de San Antonio, número 10.

A la muerte del muy ilustre Sr. D. Florencio Rosas, el padre Pedro Vera y Zuria, fue sucesor de éste en el cargo de Provicario Capitular. Baste que sería más tarde Arzobispo de Puebla, se encarga entonces de reorganizar la vida diocesana, demostró su gran prudencia para tratar a las autoridades; dio muestras de sus dotes de gobierno: vigilancia celosa, suave energía y delicado tino en el trato con sus gobernados. Baste recordar su diligencia en dar a conocer el Código del Derecho Canónigo y procurar que todos se adaptasen en la forma posible y desde luego a sus cánones; en reanudar mucho de lo interrumpido por los trastornos políticos, como las conferencias eclesiásticas, las peregrinaciones al Tepeyac y diversas prácticas piadosas; abrió al culto varios Templos clausurados por la revolución.

Pero una de sus atenciones principales fue la reorganización del Seminario Conciliar, el 3 de noviembre de 1917, reabrió el Seminario, clausurado en 1914, asumiendo él mismo el cargo de Rector interino y Director Espiritual. Consagró cuidados especiales a esta obra predilecta suya, y poco a poco en medio de la crisis inicia un nuevo período de florecimiento. Comenzaron los cursos con nueve alumnos; mas este pequeño grupo semejante a un granito de mostaza, ostensiblemente regado con el rocío del cielo, fue creciendo, creciendo, hasta llegar a veinticinco alumnos al finalizar el curso.

Después de cinco años sin obispo, sin pastor la diócesis recibió a su quinto Obispo el Excmo. Sr. D. Francisco Banegas Galván, tomó posesión el 15 de agosto de 1919 y la gobernó hasta el 14 de noviembre de 1932. Fue consagrado en la I. y N. Basílica de Guadalupe el 27 de julio del mismo año, tomo posesión de la Diócesis por procurador, que lo fue el M. I. Sr. Reynoso y arribo a la ciudad de Querétaro el 9 de agosto.

Venustiano Carranza y Álvaro Obregón responsabilizaron a la Iglesia católica del golpe de estado perpetrado por Victoriano Huerta en contra de Francisco I. Madero. De ahí el encono que desplegaron en su contra a nivel nacional (por ejemplo, en un acto simbólico en la ciudad de Querétaro apilaron los confesionarios y les prendieron fuego). En el Congreso Constituyente de 1917, se aprobaron varios artículos que se dirigían expresamente a reglamentar la práctica religiosa. La Iglesia católica considero que con ello se violentaban sus derechos y se restringía su libertad, por lo que declaro que lucharía por echar abajo tales preceptos.

Viviendo la Iglesia católica una situación de asedio desde la llegada de las fuerzas carrancistas a la ciudad de Querétaro en 1914, varios sacerdotes tuvieron que huir y varios templos tuvieron que cerrar sus puertas. La Iglesia busco reconstituirse después de haber terminado el movimiento revolucionario. La Revolución terminó oficialmente en 1917 con la promulgación de la Constitución de 1917, si bien hubo conflictos internos y rebeliones armadas hasta la década de los treinta. El Excmo. Sr. D. Francisco Banegas Galván, en su primera carta pastoral planteo que la Diócesis de Querétaro seria consagrada al Espíritu Santo con sus siete dones: el de la sabiduría, el entendimiento, el consejo, la fortaleza, la ciencia, la piedad y el temor de Dios. Reafirmando su elección, escogió corno escudo episcopal la representación del estado primordial del mundo: sobre la esfera terrestre, informe y envuelta en tinieblas, se mecía el Espíritu Santo para comunicarle luz, belleza y fecundidad. En el cerco del escudo se leían las palabras del apóstol San Juan: «el espíritu donde quiera sopla».

Esta elección implico darle prioridad a las acciones que acercaran a este espíritu: la meditación, la oración, la suplica. De allí que viera con angustia que no se estaban formando los sacerdotes necesarios y suficientes, ya que desde su punto de vista, ellos serian los generadores de un ambiente de oración en todos los rincones del estado, por eso exclamo: «Con ochenta y cinco (sacerdotes) que somos, es imposible atender corno es debido las indispensables exigencias del servicio de las almas.»

Por esta razón, una de las tareas en las que se puso énfasis especial fue en la de fortalecer el Seminario. Lo cuido corno a «la niña de sus ojos», siendo que esta institución había sido cerrada por los carrancistas y los estudiantes se vieron obligados a continuar su formación en casas particulares bajo el temor de ser aprehendidos.

La reapertura del mismo se había verificado el 3 de noviembre de 1917. Se había consolidado al tener corno hogar la casa número 146 de la calle Pasteur. En esta tarea tuvo todo el apoyo de una familia Urquiza, quienes se distinguieron corno benefactores de la institución.
Pbro. Francisco F. Gavidia Arteaga VV