miércoles, 3 de noviembre de 2010

Comuniòn Querètaro, 7 de Noviembre de 2010 Nº 664

Fiesta Diocesana de la Comunión
El sábado 30 de octubre en la Basílica de Nuestra señora de los Dolores de Soriano, se celebro la «Fiesta Diocesana de la Comunión» para dar gracias a Dios con una Concelebración Eucarística por medio siglo de sacerdocio de nuestro señor obispo D. Mario De Gasperín Gasperín. Se conto con una asistencia de casi 10 mil fieles, 28 señores Arzobispos y obispos, encabezados por el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano el Excmo. Sr. Carlos Aguiar Retes, 170 sacerdotes, unas 500 religiosas, seminaristas, autoridades civiles, representante del gobernador del estado de Querétaro y Guanajuato, algunos presidentes municipales y el ex gobernador Enrique Burgos. En las primeras filas, los hermanos y demás familiares del señor Obispo Rodolfo, Rubén, Ramiro y Rafael, los licenciados Manuel Suárez Muñoz, Alejandro Espinosa Medina, el director de la UNIVA Dr. Muñoz, dirigentes de Movimientos apostólicos.
Entre los obispos, el presidente de la CEM Mons. Carlos Aguiar Retes; Mons. J. Guadalupe Martín Rábago (Arzobispo de León); Mons. Arturo Szymanski Ramírez, Arzobispo Emérito de San Luis Potosí; Mons. Sergio Obeso Rivera, Arzobispo Emérito de Jalapa; Mons. Samuel Ruiz, Emérito de Chiapas; Mons. Domingo Díaz Martínez (Arzobispo de Tulancingo); Mons. Hipólito Reyes Larios, (Arzobispo de Xalapa); Mons. Francisco Moreno Barrón (Tlaxcala); Mons. Ramón Castro Castro (Campeche); Mons. Alfonso Cortés Contreras (Cuernavaca); Mons. Felipe Salazar Villagrán (San Juan de los Lagos); Mons. Jesús Martínez Zepeda (Irapuato), Mons. Florencio Olvera Ochoa, Emérito de Cuernavaca; Mons., Mons. Benjamín Castillo, (Celaya), Mons. Alfonso Robles Cota, Emérito de Tepic; Mons. Jonás Guerrero, Obispo Auxiliar de México, Mons. Hermenegildo Sánchez Ramírez; Obispo Emérito de Huautla, Oax., Mons. Rodrigo Aguilar Martínez, (Obispo de Tehuacán), Mons. José Luis Mendoza Corzo (Obispio Auxiliar de Tuxtla Gutiérrez), Mons. José Luis Chávez, (Obispo de Oaxaca), Mons. Raúl Gómez Gonzalez (Tenancingo), Mons. Juan. Frausto Pallares, (Obispo Auxiliar de Leon), Mons. Francisco Escobar Galicia y en representación del Obispo de Tuxpan el Vicario general Fortinio Lucas Valdez.
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Ante la crisis del modelo familiar urge «Refundamentar la familia»
XXII Asamblea Diocesana de Pastoral
Año de la Acentuación «Refundamentar la Familia»

Seminario Conciliar de Querétaro
Lunes 15 de noviembre de 2008 de 8:30 a.m. a 5:30 p.m

Inscripciones de 1 al 12 de noviembre, en las oficinas de la Vicaría de Pastoral. Asistencia de 14 laicos por Parroquia
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Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, Colón, Qro., 30 de octubre de 2010
 
Agradecimiento del señor Obispo a quienes le acompañaron
En la Basílica de Soriano con motivo de su jubileo de oro sacerdotal

Agradezco de corazón a todas las personas que me acompañaron en la Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, en la solemne Misa de acción de gracias por mis cincuenta años de vida sacerdotal.

Fue, como decía la Invitación, una Fiesta de la Comunión Diocesana. Todas las parroquias de la Diócesis se hicieron presentes, así como los Movimientos eclesiales y Asociaciones parroquiales.
Allí se reflejó el trabajo pastoral de los señores sacerdotes. A todos ellos, lo mismo que a los señores Obispos que me acompañaron y a las autoridades civiles que participaron, que Dios les recompense su caridad; de igual manera a las Comisión Organizadora, a los Sacerdotes de la Basílica y al Decanato de Soriano. 

Fue una fiesta hermosa de comunión y alegría, que nos regaló la Virgen Santísima, nuestra Patrona. Con Ella proclamamos la grandeza del Señor por las maravillas que ha hecho entre nosotros. Desde esta Casa de María, Ella sigue mostrando su amor maternal a todos, como lo demuestra el «Museo de los milagros» que embellece esta Basílica.  

Aquí se vive un diálogo armonioso entre la fe de los hijos y el cariño solícito de la madre, como acabamos de experimentarlo en esta celebración. Permanezcamos firmes en la fe, alegres en la esperanza y eficaces en la caridad. La alegría del Señor es nuestra fortaleza. A todos mi agradecimiento y mi oración.
 
† Mario de Gasperín Gasperín
Obispo de Querétaro
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50 Aniversario de Ordenación Sacerdotal de nuestro señor Obispo
El Jubileo Sacerdotal de nuestro obispo Mario De Gasperín, constituyó una verdadera fiesta de comunión diocesana, desde muy temprano se empezó a llenar la Plaza de la Coronación de la Basílica, el Pbro. Rogelio Olvera Vargas y el Pbro. Iván García Avendaño acompañados del coro de la Parroquia del Misterio de Pentecostés hacían ambiente de oración con cantos, porras y datos de la vida de nuestro señor Obispo, en las siete pantallas que se instalaron tanto dentro de la Basílica como en la Plaza los presentes pudieron seguir con detalle cada momento de esta fiesta. La página web de la Diócesis (www.diocesisdequeretaro.org.mx), trasmitía en vivo para todo el mundo cada detalle, minutos antes de la once de la mañana se presento como bienvenida un video de las parroquias de nuestra Diócesis, los fieles al ver su parroquia daban una pequeña ovación, en punto de las once de la mañana nuestra Patrona Diocesana salía de su casa para hacer un recorrido por la Plaza, sobre una hermosa alfombra de aserrín, muy bien realizada por los artistas «Amigos de Colón», al final de recorrido fue colocada en un nicho a un lado del templete que serviría como presbiterio. Al inicio del recorrido inicio la trasmisión en vivo la señal del canal católico de televisión «María Visión», intercalando momentos del recorrido de nuestra Madres Santísima por la plaza y entrevista en vivo con nuestro señor Obispo. El coro para la celebración de la Escuela de Música Sacra bajo la dirección del padre Benjamín Vega fueron ocupando sus lugares e inicio con todos los fieles el ensayo para la celebración.

Al filio de medio día inicio la Concelebración, con la procesión de entrada, primero los sacerdotes presentes, después los señores Arzobispo y obispos, al final nuestro señor Obispo, saludando a los fieles, los cuales a su paso por donde ellos estaban lo felicitaban, le deban porras y le aplaudían. Al llegar al Altar nuestro señor Obispo lo incensó, lo mismo la Imagen del Cristo y la Imagen de nuestra señora de los Dolores, el Pbro. Saúl Ragoitia Vega, leyó la lista de los señores Arzobispo y Obispo presentes dándoles la bienvenida, el Vicario General de la Diócesis, Mons. Javier Martínez Osonio, dio lectura al Mensaje de S.S. Benedicto XVI al Excmo. Sr. Obispo Dr. D. Mario De Gasperín con motivo de su Jubileo de Oro Sacerdotal.

La Concelebración se prolongo a lo largo de casi dos horas al final de la celebración después de la bendición se le cantaron las mañanitas a nuestro señor Obispo y la canción Amigo. Partió en compañía de los señores obispos un gran pastel y entregó a nuestra señora de los Dolores de Soriano como ofrenda una Mitra y un Pectoral de plata que recibió al ser ordenado Obispo hace 27 años. Después, invitó a todos a rezar una oración a la Venerada Imagen. Esta fiesta termino con la comida en la Plaza y en la huerta de la Basílica.
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Homilía de nuestro señor Obispo en su Jubileo de Oro Sacerdotal
Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, Colón, Qro., 30 de octubre de 2010
Bodas de Oro Sacerdotales
1. En su mensaje, el santo Padre el papa Benedicto XVI, me invita con generosas palabras  a levantar el cáliz de la salvación y dar gracias al Señor en presencia de todo el pueblo (cf. Ps 116, 12-14) por estos cincuenta años de vida sacerdotal; por eso agradezco a todos ustedes su bondad y caridad al ayudarme con su presencia a cumplir, como es justo, con el deseo del santo Padre que es mío también. Para muchos ha significado un grande esfuerzo el estar aquí, pero su fe ha sido más grande que su fatiga. Dios les pague tanta bondad. 

2. Para proclamar delante de todos ustedes las misericordias del Señor, tomaré las palabras de san Pablo, diciendo: Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que se ha dignado bendecirme con sus dones espirituales y celestiales en Cristo, con la fe del Bautismo y con el Sacerdocio de la nueva alianza. Él me ha elegido por su amor desde antes de la creación del mundo y me llamó a su Iglesia para ser santo a sus ojos, para que sirviéndolos a ustedes como su Pastor, juntos glorifiquemos la gracia con que nos ha favorecido en su Hijo muy amado (cf. Ef 1, 3-6), como lo estamos haciendo en esta fiesta de comunión eclesial. Al Padre de Nuestro Señor Jesucristo, por medio de su Hijo bendito y con la fuerza de su Espíritu, en presencia de todos ustedes hermanas y hermanos, sea el honor en la Iglesia por todos los siglos. Cuando san Pablo entonaba este desbordante himno de acción de gracias, estaba encadenado, sumido en la oscuridad del calabozo; nosotros agradecemos a Dios el espacio de libertad que disfrutamos, procuramos conservarla y nos esforzamos por mejorarla anunciando el Evangelio de la paz. 

3. La liturgia de la Palabra nos ofrece dos imágenes de la Iglesia, una en el Calvario y otra en el Cenáculo. El Evangelio nos presenta un retablo espléndido de la Iglesia del Calvario: Jesús en el centro, y junto a la cruz de Jesús, su madre, la hermana de su madre, María de Cleofás y María Magdalena. María, la madre de Jesús, encabeza el grupo de discípulos y allí, con ella, los seguidores de Jesús; y, junto a su madre, el discípulo a quien Jesús tanto quería (cf. Jn 19, 25-27), el apóstol san Juan. Todos, hermanas y hermanos, estuvimos presentes en el nacimiento de la Iglesia del costado abierto de Cristo en el Calvario. Iglesia pequeña sí, pero ya la Iglesia toda. Esa misma Iglesia, nacida de la Cruz, es la que estamos aquí celebrando el mismo sacrificio y nutriéndonos de esta fuente de gracia y de perdón. Somos sacramentalmente la misma Iglesia del Calvario, que ahora peregrina en estas tierras para extender el Reino de Cristo, acompañados siempre de María, allí recibida como Madre, y cimentados sobre la roca de Pedro y los Apóstoles. 

4. La otra imagen es la Iglesia del Cenáculo. Como oraron los Apóstoles en el Cenáculo de Jerusalén, ahora sus sucesores los obispos, acompañados de los presbíteros, presididos por la Madre de Jesús y rodeados por los discípulos, pedimos al Padre una nueva efusión de su Espíritu para servir a Dios con fidelidad,  trabajar en la edificación de su Reino y difundir su gloria. Aquí, con Pedro y Juan, Santiago y Andrés, con Felipe y Tomás, con Bartolomé y Mateo, con Santiago (el de Alfeo), Simón el cananeo y Judas, el hijo de Santiago, es decir, con mis hermanos obispos y en comunión con el Papa Benedicto XVI; en compañía de María, la Madre de Jesús, con los parientes de Jesús y las mujeres que los acompañaban (Cf Hech 1, 12-14): con ustedes hermanas y hermanos, estamos suplicando al Señor una nueva efusión de su Espíritu para que haga de nosotros testigos y misioneros de Jesucristo. Esta Basílica de nuestra Señora de los Dolores es la casa de la Madre de Jesús y el Cenáculo que nos reúne en una sola alma y un solo corazón, para dar gracias al Señor, cantar su misericordia y pedir perdón por nuestros pecados. Como del Cenáculo de Jerusalén, de este Cenáculo diocesano debe salir fortalecida la Misión que proponen nuestros pastores en Aparecida y hemos asumido en el Plan de pastoral. 

5. En nuestra Iglesia diocesana actúa la gracia y la salvación de Jesucristo. En efecto, aquí estamos celebrando el mismo sacrificio que Jesucristo ofreció en el Calvario y de cuyo costado abierto brotó el agua del Bautismo y la sangre de la Eucaristía; aquí estamos haciendo lo que Él nos mandó hacer en memoria suya, ejerciendo su mismo sacerdocio; aquí estamos los discípulos, hermanas y hermanos de Jesús, venidos de todas las parroquias de la diócesis, unidos en oración con la Madre de Jesús, Madre y Patrona nuestra. Esta Fiesta de la Comunión Diocesana es fruto de la presencia vivificante del Espíritu que nos une, reconcilia y llena de gozo nuestro corazón. ¡Qué hermosa es nuestra iglesia! ¡Qué maravillosa es nuestra fe! ¡Cuán grande es la divina misericordia! Es verdad, El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres (Ps 126, 3).  

6. Ponemos a los pies de María una vez más nuestra Diócesis de Querétaro y toda la Nación mexicana; le encomendamos a los hermanos Sacerdotes, para que seamos imágenes vivientes de Jesús, el Buen Pastor; le pedimos nos regale numerosas vocaciones sacerdotales; le confiamos nuestras familias para que sean un espejo de la suya, la de Nazaret; le pedimos por quienes nos gobiernan, para que lo hagan  con acierto y tengamos días de paz y  tranquilidad; ponemos en sus brazos maternales a los más débiles y sencillos; a los hermanos migrantes; a los ancianos y enfermos y, de manera particular a los indefensos que, recién concebidos, ya se ven amenazados de muerte; y a todos los niños y niñas para que tengan una vida sana y nadie violente su inocencia. La protección solícita de María la atestigua el «Museo de los milagros» que enriquece esta Basílica.  

7. Gracias a todos por su oración y afecto, manifestado en su participación gozosa en esta fiesta eclesial de acción de gracias. Hago mía la recomendación final del santo Padre, el Papa Benedicto XVI en su mensaje: Queridas hermanas y hermanos de la Diócesis de Querétaro: ¡Permanezcamos siempre firmes en la fe, alegres en la esperanza y solícitos en la caridad!, ¡Que la alegría de Dios llene su corazón! Amén.

† Mario de Gasperín Gasperín
Obispo de Querétaro
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El papel de la Iglesia en la Educación (32)
Reformas constitucionales 1992-1993
En elecciones con resultados muy dudosos del 6 de julio de 1988, es elegido presidente de México Carlos Salinas de Gortari, con él se inaugura una nueva etapa en las relaciones entre la Iglesia católica y el Estado mexicano. Una de las primeras argucias de Salinas fue la de acercarse a la Iglesia y explorar la posibilidad de fumar la pipa de la paz. En la toma de Posesión el 1° de diciembre de 1988 al Palacio legislativo de San Lázaro fueron invitados (por primera vez en la historia) el Delegado Apostólico, Mons. Jerónimo Prigione, Mons. Adolfo Suárez Rivera, Presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana, Mons. Juan Jesús Posadas y Mons. Manuel Pérez Gil, respectivamente Vicepresidente y Secretario general de la misma, y del Abad de la Basílica de Guadalupe, Mons. Guillermo Schulemberg. El gobierno de Salinas de Gortari planteó, como parte de la visión modernizadora, la necesidad de hacer transparentes las relaciones del Estado con la Iglesia Católica. En el discurso de toma de posesión, el presidente Salinas anuncia la modernización de las relaciones con la Iglesia. Se crean las respectivas comisiones para contactos bilaterales constantes que analizaran las relaciones entre la Iglesia y el Estado. Una vez que el presidente Salinas emitió «señales» sobre el cambio en las relaciones con las Iglesias, distintos miembros importantes de la clase política no dudaron en ponerse a tono.

El 16 de febrero de 1990 tanto el presidente de México como el Papa Juan Pablo II decidieron nombrar representantes, el Sr. Salinas nombró al Lic. Agustín Téllez Cruces como enviado personal permanente del Presidente en El Vaticano; en correspondencia el Papa nombra al Arzobispo Mons. Jeronimo Prigione como enviado personal permanente de la Santa Sede ante el gobierno mexicano, el objetivo fue facilitar la comunicación y el diálogo acerca de asuntos de interés común, esto permitió sentar las bases para este paso hacia relaciones diplomáticas y de amistad.

Del 6 al 13 de mayo de 1990, el Papa Juan Pablo II efectúa su segunda visita a México, superó los alcances de la previa. El Papa aterriza en un país diferente al que había visitado en 1979, en el mismo aeropuerto de México el Papa propuso «superar viejos enfrentamientos y lograr una creciente solidaridad en el cumplimiento del bien común».

El 9 de julio de 1991 el Presidente de México Carlos Salinas de Gortari realizó una visita al estado Vaticano para saludar al jefe de la Iglesia Católica, encuentro que fue calificado como «caluroso y espontáneo», representó una prueba más del nuevo clima que el Presidente de México ha querido instaurar desde el inicio de su mandato. El Papa le expresó su satisfacción por el clima de diálogo y mejor entendimiento entre la Iglesia y las autoridades civiles en México.

En 1991 en su tercer informe de Gobierno el presidente Salinas anuncia una iniciativa para reformar los artículos de la Constitución relativos a las Iglesias, el Presidente Salinas promovió ante el Congreso de la Unión la reforma constitucional de varios artículos constitucionales, entre ellos destacan los siguientes: 3°, 5°, 27°, 31°, 82° y 130°, obtuvo, con el apoyo del PRI la aprobación de la Cámara de Diputados.

Luego de muchos debates en el Congreso, el 18 de diciembre de 1992 las cámaras aprobaron por mayoría de votos la reforma a estos artículos en favor de la libertad religiosa. Se dotó de una nueva Ley reglamentaria para el conjunto de las asociaciones religiosas. La discusión acerca de estas reformas se hizo sobre el respeto de tres premisas fundamentales: separación entre el Estado y las Iglesias; educación laica y; libertad de creencias, mismas que posteriormente permitieron modificar el marco constitucional y legal hasta entonces vigente. El PAN encabezó a los reformistas, mientras que el PPS (Partido Popular Socialista) pugnaba por mantener esas leyes retrógradas.
La Reforma Constitucional del artículo 3° El texto original del artículo 3° promulgado en 1917, heredó el conflicto iglesia - Estado que tuvo como escenario histórico el siglo XIX y principios del XX. Las reformas al artículo 3° que preceden a la actual son: el establecimiento de la educación socialista en 1934, desaparición del concepto socialista y la incorporación del nacionalismo como elemento rector de la educación en México en 1945; posteriormente con la reforma de 1980 se estableció la facultad de autogobierno a las universidades a quienes se había otorgado la autonomía con anterioridad. La reforma de 1993 que nos ocupa, a diferencia de las anteriores, no generó reacciones opositoras o manifestaciones públicas de aprobación, pues ésta tenía el propósito de legitimar las acciones que se daban en lo cotidiano y que eran violatorias de la Constitución; sólo que en el contexto en el que ocurrían, al Estado no le preocupaban en absoluto, pues la iglesia desde los años cuarenta había zanjado sus diferencias con el Estado. Era del conocimiento público la existencia de órdenes monásticas a pesar de la prohibición establecida en el artículo 5° y la existencia de escuelas de distintos niveles en propiedad o administradas por asociaciones religiosas. Las razones para que tales cosas ocurrieran eran simples: primero, por mucho tiempo el Estado no tuvo la capacidad material para atender la demanda educativa en su totalidad y en segundo, los servicios educativos prestados por escuelas ligadas a grupos religiosos era de un nivel aceptable.

Las modificaciones principales que implicó la reforma de 1993 son:

a) La educación secundaria es considerada obligatoria, además de la preescolar y primaria.

b) Faculta al ejecutivo a través de la S.E.P. a determinar los planes y programas que se aplicarán a nivel nacional.

c) Otorga seguridad jurídica a los planteles particulares que imparten educación en distintos niveles, al eliminar el carácter discrecional, con que anteriormente la ley facultaba al ejecutivo a través de las instancias adecuadas para retirar el reconocimiento a los estudios realizados en dichos planteles.

d) Retira la prohibición a las corporaciones religiosas a participar en la educación.

La reforma al artículo 3° creó la necesidad de reformar el artículo constitucional 31.

Reforma al Artículo 31° constitucional. La reforma de 1993 al artículo 3° que establece como obligatoria la enseñanza secundaria determinó la necesidad de reformar la fracción primera del artículo 31, que en el texto original establecía: Son obligaciones de los mexicanos:

I. Hacer que sus hijos o pupilos, menores de 15 años, concurran a las escuelas públicas o privadas, para obtener la educación primaria elemental y militar, durante el tiempo que marque la Ley de Instrucción Pública de cada Estado. Para quedar como sigue, Son obligaciones de los mexicanos:

Hacer que sus hijos o pupilos concurran a las escuelas públicas o privadas, para obtener la educación primaria y secundaria, y reciban la militar en los términos que establezca la Ley.
«Verbum Vobiscum»

Comuniòn Querètaro, 7 de Noviembre de 2010 Nº 664