martes, 6 de marzo de 2012

Comunión, Órgano oficial de la Diócesis de Querétaro, 11 de Marzo de 2012 No. 734

Agenda
X ENCUENTRO
DIOCESANO DE
AGENTES DE
PASTORAL
FAMILIAR

I ENCUENTRO DIOCESANO DE ANIMADORES VOCACIONALES
PARROQUIALES

19 de marzo
Auditorio Juan Pablo II
Instituto Providencia
Calle de la Capilla No. 9
Pueblito, Corregidora, Qro.

Llevar alimentos para compartir
Cooperación $25°° por persona
8:00 a 15:00 hrs.
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Próximo Domingo
El próximo 18 de marzo del 2012, IV Domingo de Cuaresma, celebraremos en nuestra Diócesis, el día de la caridad. Este año el Santo Padre Benedicto XVI, en su mensaje de cuaresma nos ha exhortado a crecer en las buenas obras y a competir en la caridad (cfr. Mensaje de Cuaresma, Benedicto XVI, 2012). La Iglesia Diocesana a través de sus organizaciones y de Cáritas en específico, debe hacer lo posible para poner a disposición los medios necesarios a fin de que los hambrientos sean saciados, los desnudos vestidos, los enfermos atendidos para que se recuperen, los prisioneros visitados, etc. (Circular del señor Obispo)

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Escucha
http://www.radiocristorey.com/
La radio oficial de la Visita del Papa a México

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Día de la familia

Con motivo de promover los valores en las familias, el domingo 4 de marzo, primer domingo de marzo, en la Santa Iglesia Catedral, nuestro señor Obispo D. Faustino Armendáriz Jiménez presidio la Santa Misa con motivo del día de la familia. Esta celebración fue organizada por matrimonios que integran la Comisión Diocesana de la familia, Juventud, Laicos y Vida.

Acompañaron a nuestro señor Obispo el señor Canónigo Don J. Guadalupe Martínez Osornio, Rector de la Iglesia Catedral, el Pbro. Jaime Gutiérrez, el Pbro. Mauricio Ruíz Reséndiz y el Pbro. Javier Coellar Ríos, sacerdotes responsables de la Comisión Diocesana de la familia, Juventud, Laicos y Vida; lo mismo un gran número de miembros grupos de iglesia de nuestra Diócesis de Querétaro que impulsan la buena nueva de la familia.

«Queridas familias, hoy ustedes han venido a este lugar para encontrarse con el transfigurado, y la primera cosa que podemos aprender de su Palabra es esta: también la familia está llamada a vivir esta experiencia de encuentro en donde contemple al Hijo del Hombre, Jesucristo y de él aprenda que es el Hijo amado de Dios», expresó en su homilía nuestro señor Obispo.

Además habló a las familias congregadas diciendo «Es preciso bajar del monte para continuar peregrinado. Bajar del monte para anunciar la Buena Noticia, la luz «que ilumina a las naciones», para recorrer los caminos donde vive el pueblo y donde se incluía el subir a otra colina, la del Calvario» (Homilía completa Pág. 5 Al finalizar, se realizó la consagración de las familias al Inmaculado Corazón de María.

Este Día de la Familia se celebra sólo en México, pues el Día Intencional de la Familia proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas es el 15 de mayo, desde 1993.

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LA VOZ DE NUESTRO SEÑOR OBISPO
† Faustino Armendáriz Jiménez.
IX Obispo de Querétaro
Rostros transfigurados

La experiencia de Dios transfigura. Esta me parece fue la experiencia que nos compartió Don Cruz en una de las comunidades de las montañas de San Joaquín, quien cuando hablaba de su encuentro con Cristo reflejaba en su rostro la luz de Dios y en sus palabras la fuerza de la verdad de Dios. Sin duda en algún momento de su vida tuvo la oportunidad de subir al Tabor, es decir vivir un encuentro con quien es la luz y la comparte, y bajo de la «colina» con su rostro transfigurado, más aun todo el transfigurado.

Jesús escoge un monte alto, que en la mentalidad judía significaba estar en cercanía y comunicación con Dios; conduce a sus discípulos a la tranquilidad y al silencio, de tal manera que quiere dejar una huella profunda en sus corazones a fin de que comprendan que es una experiencia que se puede vivir en lo ordinario sin tintes de sensacionalismo. La transfiguración pudiera haberse realizado delante de miles, como en la multiplicación de los panes, sin embargo el Señor quiere mostrar su gloria, su rostro resplandeciente a unos cuantos para que ello a su vez lo compartan a los demás; nadie podrá hacerlo si esta vivencia no se comparte con un rostro resplandeciente por tener la alegría de Dios en el corazón, por esta lleno de su Palabra en un esfuerzo continuado por hacerla vida.

Ahora Jesús se transfigura en la cima, y todo lo comparte con sus discípulos, pero no se queda allí a pesar de la tentación de sus seguidores, de quedarse a vivir solos esta felicidad; la respuesta de Jesús es lanzarlos al mundo, es decir, bajar del monte para anunciar la Buena Noticia, la luz «que ilumina a las naciones», para recorrer los caminos donde vive el pueblo y donde se incluía el subir a otra colina, la del Calvario; aquí ya no todos le siguieron. Sin embargo la luz del Espíritu Santo les iluminaria posteriormente y les haría entender que no se puede vivir la gloria sin pasión, que no se puede vivir la resurrección sin antes morir.

Gracias a todos los hermanos, con rostros transfigurados, que en mis recorridos por esta Iglesia Queretana y en mis Visitas Pastorales me voy encontrando; a todos ellos que han bajado del monte y no se han quedado con su experiencia de Dios para ser felices a solas, o con un grupito de «iluminados» dejando en la orfandad de Dios a los que viven en las faldas de las montañas, en los valles o en los lugares mas alejados o abandonados por nosotros mismos por mucho tiempo.

Mi invitación a todos lo bautizados, porque esto es compromiso de quienes hemos sido sumergidos en el Espíritu Santo por el Bautismo, a recorrer los caminos del mundo, a ser sensibles las necesidades de todos los hermanos, porque no se puede realizar la Misión del amor de Dios, sin ser Buen Samaritano; por ello no podemos vivir ni pasar indiferentes ante el necesitado por su pobreza material y por sus vacíos de amor.

Gracias a quienes como Don Cruz, en su respectiva trinchera, comparten con gozo su encuentro con Cristo, su experiencia de Dios. ¿Qué tengo hoy, en este momento que compartir? Quien ha vivido la experiencia de la transfiguración, mucho tendrá que iluminar, nunca ensombrecer el escenario de nuestras comunidades, ni de los corazones.

¡Ánimo!

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SIGNOS VITALES
P. Gabino Tepetate Hernández. gabino_th@hotmail.com
Bienvenido a México Su Santidad Benedicto XVI

La visita del Papa Benedicto XVI a nuestro país no es una visita más de las realizadas por el Papa Juan Pablo II, sino una verdadera nueva visita que se da en contextos y condiciones estratégicas diferentes, pero con la misma finalidad de dar una orientación al rumbo y caminar de la Iglesia en su misión evangelizadora y en el compromiso latinoamericano de una Misión permanente.

Es importante, de una manera especial para nosotros los cristianos, estar atentos a los mensajes del Santo Padre para conocer lo que dice acerca de nuestra fe, la visión que tiene acerca de las realidades en las que tenemos que ser testigos y fieles servidores del Evangelio y las propuestas para seguir contribuyendo a responder a los desafíos que tenemos como país y como Iglesia católica.

Es un hecho que desde que se conoció la visita del Papa a nuestro país, han habido opiniones diferentes, comprensible en una sociedad plural y divergente, pero que de ninguna manera restan importancia a tan distinguida visita para nosotros los católicos, porque se trata de recibir al representante máximo de nuestra Iglesia Católica, al Vicario de Cristo en la tierra. Por otra parte, también es conveniente tener en cuenta a los que piensan distinto, porque podrían ayudar a tener una mayor claridad y precisión en el cumplimiento del mandato del Señor de llevar su Evangelio a todos los pueblos, misión firme e incansable de los Vicarios de Cristo, como la que realiza el Papa Benedicto XVI, que en unos días más estará aquí en nuestro país. En este sentido podríamos referirnos a Jesùs mismo que para confirmar la fe de sus apóstoles les pregunta: ¿Quién dicen los hombres que soy yo? y ustedes ¿Quién dicen que soy yo? (Cfr. Mc. 8, 27-30). Por lo tanto, en una sociedad abierta y en un Iglesia servidora, una exigencia clave es la escucha atenta y un discernimiento profundo de las voces divergentes y que como Iglesia hay que hacer desde la fe y el compromiso de ser instrumentos del Reinado de Dios para dar razón convincente de nuestra esperanza.

Para nosotros es claro que el Santo Padre Benedicto XVI viene para unirnos en la oración de la Iglesia y a rezar juntos por la fe, el bienestar y la paz en nuestro país, tan duramente sacudida por la corrupción, las injusticias y violencia, y con el interés fundamental, desde luego, de animarnos, fortalecernos e invitarnos al seguimiento de Jesùs como verdaderos discípulos misioneros.

Demos la mejor de las bienvenidas al Santo Padre y que sus mensajes que serán para hablarnos y ofrecernos el mensaje de Dios, nos ayuden a comprender y a aceptar que la vida auténtica en Dios humaniza y solidariza en la fe y en el amor para buscar juntos ese mundo nuevo con el que soñamos siempre: de hermandad, justicia y paz. Que Dios los bendiga.

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Celebración Eucarística por el 147 aniversario de fundación del Seminario Conciliar de Querétaro y el IX aniversario de la dedicación del Altar de la Capilla del Seminario Menor
3 de marzo de 2012
Queridos padres formadores, Padre Rector J. Martín Lara Becerril; Apreciados diáconos; Queridos seminaristas; Hermanos todos en el Señor:

1.Me llena de grande alegría en esta mañana ver reunidos en comunión a mis seminaristas en sus diferentes etapas de formación, pues al verles a ustedes en camino hacia el sacerdocio se vislumbra de este modo a la Iglesia de mañana, la Iglesia que vive siempre. A todos ustedes les saludo con gozo en el Señor Jesús, Aquel que nos ha llamado a colaborar en su viña, en la santidad de vida y en la perfección de nuestra existencia.

2. Al reunirnos en esta celebración litúrgica de cuaresma, lo hacemos con la intención de agradecer a Dios los innumerables beneficios que su providencia nos ha dispensado a lo largo de 147 años de la existencia de este seminario, en donde innumerables jóvenes han contemplado el rostro de Dios, buscando clarificar su vida para darle una respuesta concreta a las interrogantes que la llamada genera y de las cuales es necesario tomar una decisión (586 sacerdotes diocesanos y 11 diáconos).

3. Hemos escuchado en la liturgia de la Palabra de esta Eucaristía dos textos (cf. Dt 26,16-19;Mt 5,43-48) que favorecen con claridad la reflexión, durante este tiempo y que nos ayudan a seguir respondiendo con generosidad, en el itinerario cuaresmal que hace algunos días hemos iniciado.

4. En primer lugar el texto tomado del libro del Deuteronomio, es una fórmula de tratado, una ratificación formal de la alianza. Por eso, es significativa su ubicación después del cuerpo legislativo y las bendiciones y maldiciones consiguientes a la observancia o trasgresión de los decretos del Señor. En el plano jurídico, en el antiguo Israel, el pacto representa la forma más radical para construir una comunión entre personas; consiste en crear una situación en la que los contrayentes se intercambian lo que tiene de más personal y propio. Con presencia de testigos y con un documento público cada una de las partes propone y acepta un doble compromiso reciproco. El fragmento que nos propone la liturgia de este día presenta un particularísimo tipo de «pacto»: no se trata de un pacto entre dos hombres, sino entre Dios y un pueblo, entre el Dios fiel e Israel. Es un pacto teológico en el que los contrayentes están en distinto plano.

5. En su sencillez este texto tiene algo que decirnos y que enseñarnos: manifiesta la experiencia que Israel tiene de Dios: Dios es comunión, es voluntad de salvación para el pueblo que él ha elegido. Es él quien toma la iniciativa de la elección por puro amor gratuito. Es él quien da las leyes y mandatos que constituyen un camino de vida y un modelo de sabiduría para los individuos. Acoger la gracia y corresponder por medio de la obediencia a la voz del Señor, es la respuesta fiel que Dios pide a cada uno de nosotros, quienes con recta intención creemos haber escuchado esta voz y a la cual queremos responder. En este tiempo cuaresmal no debemos olvidar que también nosotros, formadores y seminaristas, estamos llamados a reconsiderar el proyecto de la conversión en nuestra vida, la cual inicia con el deseo de la salvación que Dios nos quiere otorgar. «Él será nuestro Dios sólo si caminamos por sus sendas y escuchamos su voz» Hemos cantado con el Salmo responsorial: «Dichoso el que cumple la voluntad del Señor» (cf. Sal 118). Él nos llama pero quiere que sus leyes y mandatos sean la normativa de nuestra conducta, antes que ser sacerdotes o seminaristas somos bautizados y por lo tanto la meta no es el sacerdocio, es la santidad, la vida plena con Dios y de Dios.

6. El Evangelio nos presenta la última síntesis en la que Jesús, con su enseñanza de la Ley indica su cumplimiento. El libro del Levítico manda el amor al prójimo y prohíbe la venganza y el rencor. Jesús, por el contrario, pide una caridad sin restricciones, una oración que abarque a todos, también a los que nos hacen sufrir. Y la pregunta que podemos hacernos es: ¿Cómo puede exigir tanto? El fundamento es el amor gratuito e incondicionado que nosotros recibimos de un Dios que es Padre y nos quiere hijos semejantes a él, en el obrar el bien y en procurar el gozo a los demás. No se trata de una universalidad ideal, sino muy concreta, propone amar a aquel que no nos ama, saludar al que nos niega el saludo, buscar al que no nos busca. Es lo que distingue al discípulo de Cristo y superando la tendencia natural y humana nos hace tender a la perfección con la misma medida inconmensurable del Padre que es amor. Llegado a este punto, carece de sentido pedir una recompensa a Dios por la observancia tan minuciosa y estricta de las normas de justicia: la gratuidad del amor se convierte en ley reguladora de las relaciones de Dios y con los hombres. En esto consiste la justicia superior que Jesús pone como condición para entrar en el reino de los cielos.

7. Queridos padres formadores, diáconos y seminaristas, Dios ha sellado con nosotros un pacto de alianza reciproca pidiéndonos observar sus leyes y normas con todos el corazón. Jesús nos muestra la meta de esta obediencia: «llegar a ser semejantes al Padre, perfectos como él es perfecto». Pero la perfección de Dios no es una inalterable serenidad, una pureza aséptica. Es una configuración del corazón que toca toda la existencia. El modo de pensar, de ver, de juzgar, inclusive de amar. Esta es la meta. Cristo nos revela que es misericordia con todos, gratuidad universal, bondad que supera cualquier medida humana. Por consiguiente, tender a la perfección significa conformar nuestro corazón con el del Padre que derrama bienes sobre todos, sin hacer distinción entre buenos y malos, justos e injustos, agradecidos e ingratos.

8. No nos limitemos a lo que es connatural, siendo benevolentes con los que nos manifiestan benevolencia: esto lo hace también de modo natural quienes todavía no conocen el rostro del Padre. A nosotros se nos manifiesta continuamente, pues para esto hemos venido a este lugar, con frecuencia se nos concede una gracia sobreabundante, no nos quedemos en cuestiones de mérito, no busquemos recompensas. El amor de Dios derramado sobre nuestros corazones es la más espléndida e inmerecida recompensa.

9. Esta urgencia cristiana exige la renovación de la forma de pensar y de ver la realidad. Es necesario renovarla no según las categorías de lo acostumbrado; renovar quiere decir realmente dejarnos iluminar por la Verdad que nos habla en la Palabra de Dios. Así, finalmente, aprender el nuevo modo de pensar, que es el modo que no obedece al poder y al tener, al aparentar, sino que obedece a la verdad de nuestro ser que habita profundamente en nosotros y que se nos da nuevamente en el Bautismo.

10. La «Renovación de la mente», cada día es una tarea precisamente en el camino del estudio de la teología, de la preparación para el sacerdocio. Estudiar bien la teología, espiritualmente, pensarla a fondo, meditar la Escritura cada día; este modo de estudiar la teología con la escucha de Dios mismo que nos habla es el camino de renovación de la mente, de transformación de nuestro ser y del mundo. Con la finalidad de saber discernir cuál es la voluntad de Dios, qué es lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto». Discernir la voluntad de Dios: Esto sólo lo podemos aprender en un camino obediente, humilde, con la Palabra de Dios, con la Iglesia, con los sacramentos, con la meditación de la Sagrada Escritura. Conocer y discernir la voluntad de Dios, lo que es bueno. Esto es fundamental en nuestra vida. Solo así podremos ser hombres de Dios como nos lo exige la vida y la cultura de nuestro tiempo. «Al final no basta con tener un diploma académico valdrá la pena un diploma en Santidad».

11. Hoy recordamos también el IX aniversario de la dedicación de este altar, y lo recordamos porque su presencia en este lugar nos recuerda constantemente la importancia y la centralidad de la eucaristía en nuestra vida. Soy consiente, porque así lo viví yo, que todos los que estamos aquí presentes hemos anhelado el día en el cual nos pongamos de pie junto al altar de Dios para ofrecer el Sacrificio agradable al Padre de su Hijo Jesucristo, el sacrificio que nos redime y que nos salva; pero también soy consiente y quisiera que ustedes también lo fueran que para poder ponerse de pie ante el altar, es importante una preparación cuya meta es la santidad, y que se logra buscando responder con generosidad a la gracia, dejándose moldear el corazón hasta que llegue a ser como el corazón de Jesucristo.

12. A los más pequeños: cuiden la ilusión de vivir este camino, unidos a sus amigos. A los jóvenes: consoliden su opción no dejando que entre, como decía Pablo VI «humo por donde debe entrar luz a sus vidas». A los avanzados (teólogos) sean cuidadosos, no se confíen, fíjense cuán grande es la meta y actúen ya como consagrados, no abran ningún resquicio a posibilidades extrañas a su vocación porque la posibilidad engendra debilidad.

13. Queridos seminaristas, confío su camino de preparación al sacerdocio a la maternal protección de Santa María de Guadalupe, Patrona Principal del Seminario, cuya casa fue escuela de bien y de gracia. Que su vida y ejemplo siempre sea como la estrella de la mañana a la cual dirijamos nuestra mirada continuamente para orientar la vida y la vocación con la cual el Señor Jesús nos ha distinguido. Amén

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¿Por qué la Semana Santa cambia de fecha cada año?
El Año litúrgico no se ciñe estrictamente al año calendario, sino que varía de acuerdo con el ciclo lunar. Cuenta la Biblia, que la noche en la que el pueblo judío salió de Egipto, había luna llena y eso les permitió prescindir de las lámparas para que no los descubrieran los soldados del faraón. Los judíos celebran este acontecimiento cada año en la pascua judía o «Pesaj», que siempre concuerda con una noche de luna llena, en recuerdo de los israelitas que huyeron de Egipto pasando por el Mar Rojo.

Podemos estar seguros, por lo tanto, de que el primer Jueves Santo de la historia, cuando Jesús celebraba la Pascua judía con su discípulos en la «Última Cena», era una noche de luna llena. Por eso, la Iglesia fija el Jueves Santo y el día de la Pascua, en la luna llena que se presenta entre el mes de marzo y abril y, tomando esta fecha como centro del Año litúrgico, las demás fechas se mueven en relación a esta y hay algunas fiestas que varían de fecha una o dos semanas: El miércoles de ceniza 40 días antes sin contar los domingos. La Ascensión del Señor Jesús, 40 días después de la fecha de su Resurrección el Domingo de Pascua, Pentecostés, 10 días después de la Ascensión y 50 después de Pascua, etc.

En cambio, otras fechas son según el calendario ordinario y nunca cambian de fecha: Por ejemplo la Navidad, el 25 de diciembre, Reyes o Epifanía, el 6 de enero, y otras fiestas según el calendario del santoral litúrgico (Asunción, San José, San Pedro y San Pablo, Todos los Santos, Los Ángeles Custodios, Los Arcángeles, etc.)

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La Asociación de Peregrinos de la Diócesis de Querétaro al Tepeyac a través del Decanato de Santa Ana invitan a los hermanos peregrinos y fieles al tradicional sorteo diocesano de grupos para la 121 peregrinación a pie de la Diócesis de Querétaro al Tepeyac. Que se llevará a cabo el día domingo 18 de marzo del presente partiendo en peregrinación desde la agencia IV del ministerio publico ubicada en av. De las torres esq con av. Valle del Cimatario (subiendo por Av. Pasteur sur, pasando la aurrera express de la colonia azteca a mano izquierda). La cita es a las 8 am . Para llegar a las 9:30 am a la unidad deportiva reforma-lomas ubicada en la calle Antonio Carranza en la col. Reforma agraria donde se llevará a cabo todo el evento. La Eucaristía será a las 12 del día presidida por nuestro señor Obispo don Faustino Armendáriz Jiménez.
Mayor información en www.peregrinosdequeretaroaltepeyac.org 

Atentamente:

Arturo Ortiz Moreno
Presidente del Decanato de Santa Ana

Pbro. Dr. Jorge Hernández Nieto
asesor espiritual decanal

Jaime Rojo Rojo
Presidente Seglar Diocesano

Pbro. Javier Bocanegra Morales
Director Espiritual Diocesano

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Prot. N°. 15/2012
Circular N°. 10/2012
Asunto: Día de la Caridad


A los hermanos Presbíteros
a los miembros de la Vida Consagrada
y a todos los fieles de la Diócesis de Querétaro:


El amor es el servicio constante que la Iglesia presta para atender los sufrimientos y las necesidades, incluso materiales de los hombres. (cfr. Deus caritas est, 19). La parábola del Bueno Samaritano nos enseña que la caridad es ante todo la respuesta a una necesidad inmediata en una determinada situación. (cfr. Lc 10,25-37).

El próximo 18 de marzo del 2012, IV Domingo de Cuaresma, celebraremos en nuestra Diócesis, el día de la caridad. Este año el Santo Padre Benedicto XVI, en su mensaje de cuaresma nos ha exhortado a crecer en las buenas obras y a competir en la caridad (cfr. Mensaje de Cuaresma, Benedicto XVI, 2012). La Iglesia Diocesana a través de sus organizaciones y de Cáritas en específico, debe hacer lo posible para poner a disposición los medios necesarios a fin de que los hambrientos sean saciados, los desnudos vestidos, los enfermos atendidos para que se recuperen, los prisioneros visitados, etc.

El Pbro. José Enrique Ugalde Rodríguez, responsable de Caritas Diocesana, ha distribuido ya los sobres para la Colecta en favor de la Caridad. El fruto de la colecta, se entregará a la Economía Diocesana como es la costumbre.

Ruego a todos párrocos y rectores motiven a los fieles a participar generosamente en esta colecta a fin de satisfacer las necesidades inmediatas de nuestros hermanos más necesitados, agradezco su disponibilidad y generosidad. Los encomiendo a la protección e intercesión de la Santísima Virgen María.

En la Sede Episcopal de Santiago de Querétaro, a los 2 días del mes de marzo del 2012.

Fraternalmente en Cristo y María.

+ Faustino Armendáriz Jiménez
Obispo de Querétaro


Pbro. Dr. Jorge Hernández Nieto
Canciller

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Celebración Eucarística por el día de la Familia en la Santa Iglesia Catedral, II domingo de Cuaresma
4 de marzo de 2012
Apreciado Señor Canónigo Don Guadalupe Martínez, rector de esta Iglesia Catedral:

Estimado Padre Jaime Gutiérrez, Presidente de la Comisión Diocesana de la familia, Juventud, Laicos y Vida:

Queridos Diáconos: Hermanos y hermanas en el Señor:
 
1. Les saludo a todos ustedes con gozo en el Señor, quienes con fe se han reunido para celebrar la Santa Eucaristía en este segundo domingo de cuaresma, de manera particular en esta ocasión para dar gracias a Dios por los beneficios que su bondad continuamente nos regala a través de la familia cristiana, «casa y escuela de santidad» y mediante la cual la fe en Jesucristo es transmitida y tutelada.

2. La liturgia de la Palabra de este día, que bajo el signo de la obediencia en la fe, siguiendo la tradición litúrgica, nos presenta algunas escenas que reflejan la importancia de la fe y el camino que es necesario recorrer hacia la meta pascual.

3. En la lectura del libro del Génesis encontramos a Abraham y a su hijo Isaac, los cuales mediante un drama se presentan como modelos de obediencia y escucha atenta de la voluntad de Dios, la cual atienden complacidos pues ven en Dios el artífice de su historia y la garantía de un futuro infinitamente mayor que cualquier esperanza humana. Abraham, quien ya antes había sido separado de la propia tierra y de la propia casa, ahora es llamado a manifestar su fe desprendiéndose de su hijo único, respondiendo con generosidad, pues renueva la fe que ya antes había profesado con la propia existencia.

4. Es sin embargo el texto evangélico que de manera más clara marca la continuidad en el proceso cuaresmal y nos pone de frente a un tema que es de trascendental importancia en la vida cristiana, es decir, «la obediencia en la fe», en él viene narrado el evento de la Transfiguración donde Jesús sube al Monte Tabor con Pedro, Santiago y Juan «para orar». Una experiencia que constituye el parteaguas entre la muerte y la resurrección de Jesús como misterio unitario. Después de la oración el Maestro ofrece la confirmación de la identidad de su discipulado. El coloquio orante con el Padre transfigura a Jesús y su aspecto es otro. Su resplandor hace que lo reconozcamos como el Hijo del hombre profetizado y esperado. De este modo podemos entender que entre la gloria y la resurrección la mejor manera de vivir nuestro peregrinar en esta tierra es la oración. Que brota de la contemplación.

5. Queridas familias, hoy ustedes han venido a este lugar para encontrarse con el transfigurado, y la primera cosa que podemos aprender de su Palabra es esta: también la familia está llamada a vivir esta experiencia de encuentro en donde contemple al Hijo del Hombre, Jesucristo y de él aprenda que es el Hijo amado de Dios. Es interesante como la voz del Padre pronuncia un imperativo: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle». Con ella Dios Padre testimonia la identidad y la misión de Cristo, mandando que lo escuchemos. Cuando se desvanece la visión, Jesús se queda solo con los suyos. De nuevo el camino de la fe, una fe que nace de la escucha y se lleva a la práctica en la fidelidad del seguimiento. La familia ha de tener claro que Cristo es el centro y está al centro de la vida cotidiana. Así, en este diálogo directo como en el Tabor, está llamada a renovarse. Para ello, es necesaria una conversión de la mente y del corazón, siguiendo a Cristo transfigurado en la renuncia al propio egoísmo (cf. Familiaris consortio, n. 9).

Se pide una conversión continua, permanente, que, aunque exija el alejamiento interior de todo mal y la adhesión al bien en su plenitud, se actúa sin embargo concretamente con pasos que conducen cada vez más lejos. Desarrollándose así un proceso dinámico, que avanza gradualmente con la progresiva integración de los dones de Dios y de las exigencias de su amor definitivo y absoluto en toda la vida personal y social del hombre. Por esto es necesario un camino pedagógico de crecimiento con el fin de que los fieles, las familias y los pueblos, es más, la misma civilización, partiendo de lo que han recibido ya del misterio de Cristo, sean conducidos pacientemente más allá hasta llegar a un conocimiento más rico y a una integración más plena de este misterio en su misión que no se queda en la contemplación del Resucitado (cf. Familiaris consortio, n. 10).

6. Es preciso bajar del monte para continuar peregrinado. Bajar del monte para anunciar la Buena Noticia, la luz «que ilumina a las naciones», para recorrer los caminos donde vive el pueblo y donde se incluía el subir a otra colina, la del Calvario; aquí ya no todos le siguieron. Sin embargo la luz del Espíritu Santo les iluminaria posteriormente y les haría entender que no se puede vivir la gloria sin pasión, que no se puede vivir la resurrección sin antes morir.

Claro con la mirada puesta en el cielo, allí hacia donde debemos orientar el corazón y dirigir resueltamente los pasos de nuestro camino empedrado con las opciones cotidianas. Siendo promotores de la vida y valor del matrimonio cristiano, de la dignidad de la vida humana, custodiando la tutela de la educación sobre los hijos, promoviendo la primera experiencia de Iglesia y mostrando a los hijos el significado de la fe y la caridad de Jesucristo.

Anunciemos la Buena Nueva de la Familia, proclamemos que «la familia cristiana está fundada en el sacramento del matrimonio entre un varón y una mujer, signo del amor de Dios por la humanidad y de la entrega de Cristo por su esposa, la Iglesia. Desde esta alianza de amor se despliegan la paternidad y la maternidad, la filiación y la fraternidad, y el compromiso de los dos por una sociedad mejor. Creemos que «la familia es imagen de Dios que, en su misterio más íntimo no es una soledad, sino una familia» . En la comunión de amor de las tres Personas divinas, nuestras familias tienen su origen, su modelo perfecto, su motivación más bella y su último destino» (DA 433 – 434).

7. La familia es el recuerdo permanente, para la Iglesia, de lo que acaeció en el camino hacia la cruz; son el uno para el otro y para los hijos, testigos de la salvación, de la que el sacramento les hace partícipes. De este acontecimiento de salvación el matrimonio, como todo sacramento, es memorial, actualización y profecía; «en cuanto memorial, el sacramento les da la gracia y el deber de recordar las obras grandes de Dios, así como de dar testimonio de ellas ante los hijos; en cuanto actualización les da la gracia y el deber de poner por obra en el presente, el uno hacia el otro y hacia los hijos, las exigencias de un amor que perdona y que redime; en cuanto profecía les da la gracia y el deber de vivir y de testimoniar la esperanza del futuro encuentro con Cristo».

8. Cada día el Señor nos saca de nuestras falsas seguridades, en las que en vano buscamos tranquilidad y satisfacción. El promete a nuestra fe una recompensa inmensa si aceptamos vivir en un éxodo constante, una aventura nunca acabada aquí abajo, que nos exige siempre nuevas separaciones para seguir la llamada del Señor a gustar desde ahora lo que nos promete. El tiempo en el cual vive la familia, es un tiempo para vivirlo en la esperanza y, es la Palabra de Dios la que nos impulsa a creer que la fatiga, la búsqueda y los dolores de hoy son parte de la felicidad de mañana.

9.Cristo viene a abrirnos el camino y hoy nos deja entre ver lo que es el cumplimiento en su faz transfigurada por la oración. Las familias transformadas por Dios en la sangre de su Hijo Amado, debemos llegar a ser día tras día, lo que ya somos, decía el papa Juan Pablo II «Familia se lo que eres» (cf. Familairis Consortio, n. 17). Escuchando su palabra, obedeciendo su voz, prolongando la oración para entrar en comunión vital con él. En su luz veremos la luz. Fijémonos con corazón sencillo en su ejemplo. El conoce el camino que nos llevará a la vida y no nos dejará desfallecer en el camino hasta que, de éxodo en éxodo, lleguemos a la Jerusalén eterna, patria de todos y seamos admitidos a la comunión del amor trinitario.

10. Agradezco e impulso a todos los hermanos, con rostros transfigurados, quienesen mis recorridos por esta Iglesia Queretana y en mis Visitas Pastorales me voy encontrando; a todos ellos que han bajado del monte y no se han quedado con su experiencia de Dios para ser felices a solas, o con un grupito de «iluminados» dejando en la orfandad de Dios a los que viven en las faldas de las montañas, en los valles o en los lugares más alejados o abandonados por nosotros mismos por mucho tiempo.

11. Mi invitación a todos los bautizados y a las familias, a recorrer los caminos del mundo, a ser sensibles las necesidades de todos los hermanos, porque no se puede realizar la Misión del amor de Dios, sin ser Buen Samaritano; por ello no podemos vivir ni pasar indiferentes ante el necesitado por su pobreza material y por sus vacíos de amor.

12. Están entre nosotros las reliquias de seis santos mártires mexicanos, quienes seguramente tuvieron esta experiencia de transfiguración con Cristo, encomendemos a ellos nuestras familias, que su ejemplo en la obediencia de la fe, sea un impulso para ofrecer mejores rostros de familias transfiguradas desde los padres, las madres y los hijos.

13. En unos momentos más, haremos la consagración de las familias al Inmaculado Corazón de María, que este acto de fe nos motive y comprometa en defender la identidad de la familia y su valor en nuestra Iglesia y en la sociedad, experimentando el amor de Dios.

14. Pidamos la intercesión de la Sagrada familia de Nazaret, Jesús, José y María, para que con su ejemplo cada comunidad doméstica sea reflejo de los valores del reino que vivo Cristo a establecer. Que las madres vean un modelo de mujer atenta a la escucha de la Palabra de Dios, que los esposos viviendo las costumbres y tradiciones de sus comunidades se esmeren en transmitir el gusto y el aprecio de ellas en los hijos como un garante de su importancia y valor. Y finalmente los hijos imitando a Jesucristo, sepamos ser hijos amados del Padre por buscar no otra cosa sino simplemente cumplir su voluntad.

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Pbro. José Luis Salinas Ledesma
III Domingo de Cuaresma – Ciclo B

1. Lectura del texto: Jn 2, 13-25
(Se pide la luz del Espíritu Santo)

¡Oh Espíritu Santo! Recibe la consagración perfecta y absoluta de mi ser.

Dígnate ser en adelante en cada uno de los instantes de mi vida y en cada una de mis acciones mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza y el Amor de mi corazón.

Yo me abandono sin reserva a tus operaciones divina y quiero ser siempre dócil a tus inspiraciones.
¡Oh Espíritu Santo!

Transfórmame con María y en María en otro Cristo Jesús, para gloria del Padre Y salvación del mundo. Amén.

(Cada uno lee en su Sagrada Escritura)
Como ya estaba próxima la fiesta judía de la pascua, Jesús fue a Jerusalén. En el templo se encontró con los vendedores de bueyes, ovejas y palomas; pero también estaban allí, sentados detrás de sus mesas, los que cambian dinero. Jesús, al ver aquello, hizo un látigo de cuerdas y echó fuera del templo a todos, con sus ovejas y bueyes; tiró al suelo las monedas de los que cambian dinero y tumbó sus mesas; y a los vendedores de palomas les dijo: «Quiten esto de aquí. No conviertan la casa de mi Padre en mercado». Sus discípulos recordaron las palabras de la escritura: «El celo de tu casa me devora». Después intervinieron los judíos para preguntarle: «¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?» Jesús les respondió: «Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré». Replicaron los judíos: «cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»

Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho. Mientras estuvo en Jerusalén para las fiestas de la Pascua, muchos creyeron en él, al ver los prodigios que hacía. Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba que nadie le descubriera lo que es el hombre, porque él sabía lo que hay en el hombre.
Palabra del Señor.

Repasar el texto leído
(Se pregunta a los participantes y responden leyendo los versículos en su Biblia)
¿Qué fiesta se iba a celebrar cuando Jesús llega a Jerusalén? v.13

¿A quién encontró Jesús en el Templo? v. 14

¿Qué hizo y dijo Jesús? v. 15-16

¿Qué le replicaron los Judíos? v. 18

¿Cuál fue la respuesta de Jesús? v. 19

¿Cuándo y de qué se acordaron sus discípulos? v. 22

¿Qué pasó mientras Jesús estuvo en Jerusalén y cuál era la actitud de Jesús? ¿Por qué? vv. 23-24

Explicación del Texto
En este texto del evangelio de Juan, la expulsión de los vendedores del templo durante una fiesta de Pascua tiene lugar en los mismos inicios del ministerio de Jesús. Presupuesto básico para entender su misión. Con palabras imperativas expresa el sentido de su acción «Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre». Dichas palabras nos recuerdan al profeta Zacarías: «y aquel día no habrá ya comerciantes en el templo del señor todopoderoso» (Zac 14,21). Ahora bien Jesús expresa la «casa de mi Padre» y no el templo del todopoderoso, ello nos permite conocer la comunicación tan perfecta entre el Padre y el Hijo; es decir Jesús vive su relación con Dios como Padre.

Los discípulos relacionan la acción de Jesús con aquello que dice el Salmo 68 «me devora el celo de tu casa» el cual en la Iglesia primitiva tenía un tinte meramente mesiánico. Con él se prepara la intervención de los judíos, quizás en la línea del Deuteronomio 18, 20-22, que piden a Jesús una señal (v.18) a la cual Jesús responde con palabras de revelación, por cierto mal interpretadas: «Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré». Los judíos efectivamente lo interpretaron materialmente, mientras que los discípulos dan una interpretación justa: «Pero él hablaba del templo de su cuerpo». Ésta interpretación es totalmente Cristológica, en la cual Jesús resucitado es el templo espiritual donde se adora a Dios en espíritu y en verdad.

El texto evangélico de este domingo acaba con la observación de que Jesús obraba milagros y que por ello muchos creyeron, sin embargo Jesús no se confiaba de ellos porque Él sabía lo que hay en el hombre. Dicho discernimiento nos recuerda lo ya hecho y dicho por Jesús en la vocación de Natanael (Jn 1, 48-51.

2. Meditación del texto
Jesús no tolera que el templo, casa de su padre se convierta en un mercado, por ello expulsa a los mercaderes incluso con una acción violenta, ello nos permite entender la lucha de Jesús contra todo lo que se interponga en el camino del amor de Dios. Pues los mercaderes en lugar de entrar al templo para la relación con Dios, fijan su interés en el dinero, así la religión se convierte en un negocio y el templo en un mercado. Por ello Jesús reacciona de tal manera y expresa ese sentimiento ya anunciado desde antiguo en los salmos «el celo de tu casa me devora».

El poder perturbador del dinero roba a los hombres su rostro y a la vida su corazón, ciega al hombre incluso en lo más excelso, perfecto y trascendental; en su relación con Dios, por ello, incluso la morada de Dios, se convierte en un mercado, ello provoca la ira de Jesús hasta el punto de expulsarlos con una acción totalmente violenta.

Las criaturas no han sido llamadas a ser esclavas del dinero, sino a la libertad de los hijos de Dios, por ello nos ha dado la vida, el hombre ha sido creado para estar en comunión con Dios su creador, y el templo; lugar propio y oportuno para establecer esa comunicación debe facilitar todos los medios para ello. Es por ello que hoy la palabra de Dios nos recuerda: en primer lugar que hemos sido creados para la libertad, no para vivir en la esclavitud, pues Cristo con su muerte nos ha dado la vida.

En segundo lugar nos recuerda que la ambición del dinero nos roba la vida, nos separa de Dios, hace que perdamos el sentido y que utilicemos incluso los medios propios para la relación con Dios, para obtener nuestros propios beneficios.

En tercer lugar en el templo, casa y morada de Dios no puede convertirse en un mercado, es decir en un lugar de paso, de cuchicheo, de malas palabras, de mezcla total y por ende sin esencia. No, El templo es morada de Dios, es el lugar propicio y oportuno para la relación y diálogo con Dios, es el lugar que posee una esencia y un fin bien concreto. Jesús nos recuerda que el celo de su casa nos debe devorar.

Esta cuaresma es tiempo para purificar nuestra vida, nuestro cuerpo y nuestro espíritu porque somos templo de Dios. Y a veces es necesaria la violencia (un gran esfuerzo), para entrar por la puerta que lleva a la salvación, para apartar el pecado que nos domina y nos lleva a la muerte. Es tiempo de pensar en el necesitado y hacer caridad, no debemos ser indiferentes ni extraños para los demás, formemos una comunidad que se responsabiliza de todos.

3. Compromiso personal y comunitario
(Cada participante puede proponer compromisos personales y comunitarios)
·Estudiar la Sagrada Escritura y la doctrina de la Iglesia para conocer la voluntad de Dios y cumplirla.

·Velar siempre por el cuidado del Templo, puesto que es la casa de Dios, lugar propio para el diálogo con Él.

·Aceptar con amor y libertad las encomiendas y cargos que nos otorguen dentro de la Iglesia con la convicción de servir a los demás.

·Velar para que en nuestros grupos se estudie y se ore sin olvidar la proyección social.

4. Oración
(Se puede hacer alguna oración en voz alta donde participen quienes gusten dando gracias a Dios por la Palabra escuchada. Se puede recitar algún Salmo o alguna oración ya formulada)
Gracias Señor por tu palabra que hemos escuchado.
Ayúdanos a comprender cuál es la respuesta adecuada a lo que tú hablas dentro de nosotros. Señor, danos siempre tu palabra, ella es como el pan sacia y a la vez provoca más hambre de ti. Ella es como el agua riega, refresca, fecunda, limpia. Ella es como la luz ahuyenta las tinieblas del error y del pecado e ilumina los ojos del alma para ver mejor nuestra vida. Ella es como una voz misteriosa y penetrante. Cuestiona, y responde, alegra y fortalece. Ella es como espada de doble filo. Penetra en lo más íntimo del ser, hiere y sana, angustia y libera, inquieta y trae paz. Que no nos falte nunca, señor, el pan cotidiano de tu Palabra.
Amén.

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Evangelización de Querétaro y grandes evangelizadores
Las religiosas en Querétaro y San Juan del Río: BEATAS Y MONJAS
Entre 1607 y 1803 se fundaron en la ciudad de Querétaro cinco grandes conventos, tres de ellos monasterios, fueron: Santa Clara, Capuchinas y Teresitas, con monjas provenientes de conventos muy prestigiados de la ciudad de México, dos beaterios, con origen humilde y local, fueron: Santa Rosa de Viterbo y Carmelitas y en San Juan del Río el Beaterio de las Hermanas Terceras.


Beaterio de Carmelitas
«Real Colegio y Beaterio del Señor San José»

Una mujer que en el convento llevó el nombre de María Magdalena del Espíritu Santo, mujer fuerte y de elevados pensamientos, sabiendo que algunas jóvenes anhelaban consagrarse a Dios en la vida religiosa, pero no lo podían conseguir por falta de recursos para dar la dote, aun en los conventos más pobres, se pedía, comenzó a reunir doncellas pobres para llevar vida común. Guiada por los sabios consejos del fraile carmelita, Simón de la Expectación a fines de 1736 puso los cimientos de una nueva fundación, en esta ciudad un Beaterio de Carmelitas que observaran la regla de santa Teresa de Ávila, reuniendo a seis de esas jóvenes en la casa que para esto prestó la Sra. Antonia de castilla

A los seis meses les fue recogida la casa y con gran dolor buscaron otra casa, hasta que al ingreso de tres doncellas, familiares del P. Diego Colchado les hizo donación de una casita donde ahora se encuentra el templo y Beaterio.

Su primer bienhechor fue el virrey y arzobispo de México Juan Antonio de Vizarrón y Eguiarreta, concediéndoles domicilio oficial y capellán propio.

El beaterio fue iniciado en 1739 de manera informal, estuvo sujeto al ordinario. Se creó con la finalidad de albergar y educar a doncellas pobres, que no podían pagar su dote. Para 1751, aún no habían podido obtener el permiso definitivo.

Celebraron con gran regocijo la erección de ese pequeño e incipiente Beaterio, el 19 de marzo de 1750, bajo el patrocinio del Señor San José.

Se regían por las constituciones redactadas por el Arzobispo de México, Manuel Rubio y Salinas, en la visita que hizo en 1756 y en 1791.El rey las tomó bajo su real patrocinio, emitiendo la real cédula y concediéndoles puerta del oratorio a la calle a favor de los vecinos, para las liturgias.

El Cardenal Lorenzana estableció en este colegio la enseñanza de niñas, por cédula de 7 de junio de 1791 y el 17 de febrero de 1800, se les concedió la construcción de un nuevo templo y de habitaciones más cómodas, fue síndico del colegio el tercer Marques de la Villa del Villar del Águila y benefactora Doña Josefa Vergara.

La construcción de este beaterio fue a cargo de Juan Antonio Fernández de Jáuregui y Urrutia, quien siendo síndico del beaterio donó la mayor parte del costo del edificio. Se dedicó el 20 de junio de 1802, día del tránsito del Señor San José.

Destacaron en este Beaterio, las religiosas; Ceferina de Jesús, Mariana del P
El convento de carmelitas es de traza humilde, pero sobria y decorosa, las beatas fueron exclaustradas en 1863. Se perdió la huerta que colindaba con la de Capuchinas y el beaterio fue convertido en vecindad. 

En el marco del Año de la Liturgia y la Piedad Popular , el señor Obispo  D. Mario De Gasperín, decretado que a partir del 12 de Octubre de 2007, el Oratorio del antiguo Beaterio y Colegio de Carmelitas descalzas de la Ciudad  de Querétaro,  fuera designado Templo Expiatorio.


Beaterio de las Hermanas Terceras

San Juan del Río aumentaba su población, presentándose con este motivo el problema de la educación de las niñas. Esta causa originó la fundación de una escuela donde se les educase. Fueron las hermanas terceras de San Francisco, las encargadas de esta nueva fundación, quedando como maestras de esta escuela. Por cláusula testamentaria del Bachiller don Nicolás de Espínola, sabemos que la fundación de este beaterio se llevó a cabo por los años de 1670, con el nombre de Nuestra Señora de los Dolores de Niñas Educandas. Tuvo como primer ministro al Br.don Simón Núñez Bala, de feliz memoria.

El año de 1683 fray Antonio Linaz de Jesús María vino de España acompañado de 23 religiosos que iban a la fundación del Colegio de Propaganda Fide en la Santa Cruz de Querétaro; venía entre ellos fray Antonio Margil de Jesús y, al pasar por San Juan del Río y hospedarse allí, tuvo el empeño de reorganizarlo y construir otro nuevo beaterio, ya que el que existía era pequeño e incómodo y no llenaba su cometido. El nuevo beaterio se comenzó a construir por indicaciones y bajo la dirección de fray Antonio Margil de Jesús.

El 19 de marzo de 1688 tomaron el hábito interior de la Tercera Orden Seráfica, las hermanas Josefa de la Concepción, Isabel de la Virgen y Ana María Flores; así como la hermana Magdalena Pérez Godines, de manos del M. R. fray José Olvera, cura y ministro de Doctrina por su Majestad. Al año siguiente, el 19 de marzo, recibieron el hábito exterior, de manos del Br. don Nicolás Espínola, cura beneficiado de San Juan del Río y su Capellán. La M. R. Madre Beatriz de San José flores, hermana de las fundadoras del Beaterio Sanj uanense, tomó el hábito de Santo Domingo en 1689, y no fue sino el hasta el año de 1695, cuando profesó en la Tercera Orden de San Francisco. A pesar de tener el hábito de Santo Domingo, siempre vivió aliado de sus hermanas.

Cuando el P. Juan Antonio Pérez de Espinosa trató de fundar el Oratorio deSan Felipe Neri en el pueblo, a principios del siglo XVIII, gestionó trasladar el Beaterio a la ciudad de Querétaro y hechas las diligencias para ello, sólo fueron con él las que voluntariamente quisieron hacerlo. Púsoles casa en donde pudieran ejercitar sus actos religiosos, teniendo la libertad de salir a la calle a oír misa y efectuar todos aquellos actos religiosos que no podían ejercitar dentro de su casa.

Estas religiosas se mantuvieron juntas durante varios años, acomodándose tiempo después en casas particulares, hasta extinguirse poco a poco, pasando solamente dos religiosas, una al recogimiento de San Miguel el Grande (hoy de Allende), fundado por el P. Pérez de Espinosa, y la otra, que era la Madre Beatriz de San José Flores, al Colegio de Jesús Nazareno de la ciudad de Celara.

En esta segunda fundación del convento sanjuanense, entró como ministro el cura beneficiado del pueblo, el Br. don Nicolás de Espínola, y por sus gestiones obtuvo las licencias del M. R. fray Juan Capistrano de la Provincia de los Ángeles, y después por letras del M. R. fray Tomás de Larrauri, Ministro Provincial de la Santa Provincia de San Pedro y San Pablo de Michoacán. Se recibió la orden especial del Ilmo. y Rmo. Sr. Dr. Francisco de Aguilar y Seijas, Arzobispo de México del Consejo de su Majestad, que ordenaba que todas las hermanas que vivían en esa casa de recogimiento, fuesen de un solo hábito, para conservar entre ellas uniformidad, conformidad, paz y unión, y que dichos hábitos debían de ser solamente de la Tercera Orden de San Francisco.

Quedaban como albaceas del Dr. Espínola, el Br, don Antonio Pérez de Espinosa y el Lic. Cristóbal Sánchez de Guevara. Este testamento fue hecho el 24 de noviembre de 1707. Más tarde, el 21 de febrero de 1708, volvió a hacer un nuevo testamento, en el que asienta ser nativo de San Juan del Río, hijo del Capitán Nicolás de Espínola y de Luisa Muñoz de Resendi.

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Cápsula de Liturgia
CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA PRINCIPIOS Y ORIENTACIONES CIUDAD DEL VATICANO 2002

Capítulo IV
AÑO LITÚRGICO Y PIEDAD POPULAR
El «Vía Crucis»
132. El Vía Crucis es la síntesis de varias devociones surgidas desde la alta Edad Media: la peregrinación a Tierra Santa, durante la cual los fieles visitan devotamente los lugares de la Pasión del Señor; la devoción a las «caídas de Cristo» bajo el peso de la Cruz; la devoción a los «caminos dolorosos de Cristo», que consiste en ir en procesión de una iglesia a otra en memoria de los recorridos de Cristo durante su Pasión; la devoción a las «estaciones de Cristo», esto es, a los momentos en los que Jesús se detiene durante su camino al Calvario, o porque le obligan sus verdugos o porque está agotado por la fatiga, o porque, movido por el amor, trata de entablar un diálogo con los hombres y mujeres que asisten a su Pasión.
En su forma actual, que está ya atestiguada en la primera mitad del siglo XVII, el Vía Crucis, difundido sobre todo por San Leonardo de Porto Mauricio (+1751), ha sido aprobado por la Sede Apostólica, dotado de indulgencias y consta de catorce estaciones.

133. El Vía Crucis es un camino trazado por el Espíritu Santo, fuego divino que ardía en el pecho de Cristo (cfr. Lc 12,49-50) y lo impulsó hasta el Calvario; es un camino amado por la Iglesia, que ha conservado la memoria viva de las palabras y de los acontecimientos de los último días de su Esposo y Señor.

En el ejercicio de piedad del Vía Crucis confluyen también diversas expresiones características de la espiritualidad cristiana: la comprensión de la vida como camino o peregrinación; como paso, a través del misterio de la Cruz, del exilio terreno a la patria celeste; el deseo de conformarse profundamente con la Pasión de Cristo; las exigencias de la sequela Christi, según la cual el discípulo debe caminar detrás del Maestro, llevando cada día su propia cruz (cfr. Lc 9,23)
Por todo esto el Vía Crucis es un ejercicio de piedad especialmente adecuado al tiempo de Cuaresma.

134. Para realizar con fruto el Vía Crucis pueden ser útiles las siguientes indicaciones:

- la forma tradicional, con sus catorce estaciones, se debe considerar como la forma típica de este ejercicio de piedad; sin embargo, en algunas ocasiones, no se debe excluir la sustitución de una u otra «estación» por otras que reflejen episodios evangélicos del camino doloroso de Cristo, y que no se consideran en la forma tradicional;
- en todo caso, existen formas alternativas del Vía Crucis aprobadas por la Sede Apostólica o usadas públicamente por el Romano Pontífice: estas se deben considerar formas auténticas del mismo, que se pueden emplear según sea oportuno;
- el Vía Crucis es un ejercicio de piedad que se refiere a la Pasión de Cristo; sin embargo es oportuno que concluya de manera que los fieles se abran a la expectativa, llena de fe y de esperanza, de la Resurrección; tomando como modelo la estación de la Anastasis al final del Vía Crucis de Jerusalén, se puede concluir el ejercicio de piedad con la memoria de la Resurrección del Señor.

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DE PARROQUIA EN PARROQUIA
Pbro. Reynaldo Huerta Cerna deparroquiaenparroquia@hotmail.com
Los Santos Mártires Mexicanos de Cristo Rey
Colonia Modelo, Santiago de Querétaro, Qro.

De entrada hay que decir que, antes se conocía a esta comunidad como «Ejido Modelo». Pero el concepto ha evolucionado, y lo que ahora existe no es ya un ejido, sino un conjunto de colonias, de las cuales, la actual colonia Modelo fue la primera y ahora también, sede parroquial de un territorio que va desde el Boulevard 5 de Febrero, en el oriente, hasta los límites del estado de Guanajuato en el poniente. Y desde la Autopista de cuota en el sur, hasta la carretera a Tlacote en el norte. En cuanto a los límites con Guanajuato en el poniente, hay que precisar que los trasciende, y que una pequeña porción del estado de Guanajuato forma parte de esta parroquia. La razón histórica de esta rara circunstancia la encontramos en el año de 1933, cuando se desató una persecución religiosa por parte del gobierno estatal de Saturnino Osornio Ramírez. Este nefasto personaje cerró los templos al culto público y dificultó grandemente la labor pastoral de la Iglesia. Ante esta situación bastante incómoda el señor cura de Apaseo el Grande, Gto., en coordinación con la vicaría fija de Ixtla, le permitió al párroco de «El Pueblito» que residiera en la cercana comunidad de Castillo, Gto., para que desde allí atendiera su parroquia y que sin problemas de persecución, los feligreses pudieran asistir a la Santa Misa y a recibir los demás sacramentos, en estos tormentosos tiempos, para todo el estado de Querétaro. Cuando terminó la persecución, Castillo permaneció como una comunidad de la parroquia del Pueblito y cuando se erigió la parroquia de la colonia Modelo, fue cedida a ésta, ya que se sitúa del otro lado de la autopista de cuota, y por este motivo, había en aquel tiempo, mayor facilidad para que, desde la nueva parroquia, fuera atendida.

Al llegar al curato de la parroquia me recibió el señor cura el padre Arturo Méndez Camacho y un buen número de integrantes del Consejo Parroquial de Pastoral, con quienes conviví amenamente en un almuerzo que me ofrecieron, por cierto muy sabroso del cual hay que destacar un delicioso pastel de plátano, del cual alcanzó hasta para llevar.

El padre Arturo vive de una manera muy austera en la casa que fue ampliada recientemente. Él mismo hizo las puertas y ventanas en un pequeño taller de carpintería que todavía trabaja como «pasatiempo», en sus ratos libres. Los que conocemos al padre Arturo desde que estaba en el seminario, nos damos cuenta de su gran creatividad en el trabajo artesanal y de impresión de artículos en el arte de la serigrafía y del calado.

El padre Arturo es el tercer párroco, y lo sigue siendo desde hace casi los 10 años que lleva en la colonia Modelo. Antes de él, el primero, cronológicamente hablando, fue el padre Agustín Hernández y luego el padre Julián Reséndiz Hernández.

La parroquia está densamente poblada siendo el cálculo de 30 mil habitantes, y aunque según dice el padre Arturo, hay pocos «hermanos separados», o de otras sectas, también es cierto que una minúscula proporción asiste a Misa los domingos, situándose ésta en un bajísimo 1% respecto de la población total.

Otra circunstancia preocupante es que la parroquia pasa casi inadvertida en el diario ajetreo propio del ambiente urbano. «Esta espinita se me clavó» cuando al llegar a la plaza pública, le pregunté a un joven: «oye, disculpa ¿tú vives aquí?», me respondió que sí. Luego le pregunté donde estaba la parroquia, a lo que contestó que allí no había parroquia. Le di las gracias por su «información», que más bien era desinformación, porque el templo parroquial se encuentra a escasos 40 metros de ese lugar, pero no se nota, no se ve, muchos lo ignoran olímpicamente.

El plan diocesano de pastoral está en proceso. Existen los equipos de las comisiones de pastoral profética, litúrgica, y social, también la pastoral familiar se encuentra en un avance sostenido apoyada principalmente por el Movimiento Familiar Cristiano y el Movimiento de EAS, el cual está formado por comunidades de vecinos con una gran acentuación en la familia.

Se están realizando las visitas a las casas, lo cual el párroco se lo ha encomendado a todos los grupos de apostolado existentes en la parroquia. Ellos realizan esa encomienda cada año.

Después del almuerzo fuimos a recorrer las demás instalaciones del curato, los salones parroquiales y el templo. El templo es medianamente pequeño, por lo que el padre Arturo afirmó tener intenciones de iniciar la construcción de un nuevo edificio dedicado al culto, supuestamente con dimensiones mayores.

Para concluir les transmito el testimonio escrito de 2 miembros del Consejo y el mensaje del Señor Cura. Carolina Padilla que se desempeña como coordinadora del equipo de Liturgia nos dice: «Para Gloria de Dios, mi parroquia cuenta con salones, ampliación de casa parroquial, notaría. Esto me dice que Dios siempre provee, porque el padre Arturo Méndez se ha preocupado tanto por lo material como por lo espiritual, y nos invita mucho a crecer en nuestra espiritualidad. Le agrada mucho que nos preparemos para conocer más nuestra Fe». El Matrimonio formado por Fernando y Martha nos presentan el siguiente testimonio: «Al ir participando en la Misa, el padre Arturo nos fue catequizando y nos hizo comprender que pertenecemos a la parroquia, cabe decir que nosotros antes íbamos a todas las iglesia de Querétaro».

Mensaje del Señor Cura el padre Arturo Méndez: Saludo a los lectores de este medio de comunicación y encomiendo mi parroquia a sus oraciones para que continuemos formando la comunidad parroquial viva, porque mi gente apenas se está enterando de que es parroquia»